sábado, 24 de octubre de 2009

La Puntualidad.

“LA BRUJULA”

LA PUNTUALIDAD

Heberto Peterson Legrand

Hay realmente un pretexto válido para la impuntualidad? Lograremos superar ese grave defecto que parece hereditario? Podremos manejar bien una agenda para empatarla con la de otros si somos impuntuales? La impuntualidad es una virtud o un defecto? Por qué en países altamente avanzados hay una cultura de la puntualidad? Por qué aquí somos impuntuales y en el extranjero somos puntuales?…
Podría seguir abriendo interrogantes sobre éste asunto que es de todos los días y que ya es tiempo que lo tomemos en serio.
La impuntualidad es una falta de respeto al tiempo de los demás: no somos los únicos ocupados ni los importantes. Todos son o somos importantes y ello es razón suficiente para que el respeto que queremos para nosotros seamos capaces de dárselos a los demás.
El que una persona sea impuntual es debido a que: o es muy desorganizada de su tiempo o ha adquirido el mal hábito de la impuntualidad .
Una persona muy organizada logra hacer más cosas que una desorganizada, el tiempo le rinde mejor y lógicamente los frutos se dejan ver.
Una persona organizada al programar sus actividades las jerarquiza: separa lo más importante de lo más urgente, sabe delegar entre sus colaboradores y supervisa.
Si yo, por ejemplo, me propongo organizar mi agenda para llevar a cabo varias actividades, entre las cuales hay entrevistas, y respetuoso de la misma con disciplina me apego a ella, todo irá bien…pero, si la otra persona con quien me entrevistaré es desorganizada y le importa un comino mi tiempo, me recibe tarde etc., me trastorna toda mi programación…
Urge la cultura de la puntualidad, ya debemos dejar ese tercermundismo que tiene como “valor” la impuntualidad.
La impuntualidad se ve en todos los ámbitos: El Obispo que hace esperar, el politico, el empresario, etc.
Cuál sera la solución para esa tara que tanto daño nos hace. Bueno el impuntual es incapaz de ver el daño…
La gente llega a misa a tiempo porque van a empezar sin ella. Yo creo que aquí está parte de la clave: que los eventos se lleven a cabo con quienes se cuente en ese momento. Recuerdo que en Cetys Universidad, allá en Mexicali el gobernador estaba invitado para un evento donde se haría un enlace de Videoconferencia con Estados Unidos, Canada y los campus del estado. El gobernador no llegaba, la avanzada ya estaba allí y cuando se les dijo que se empezaría sin la presencia del gobernador, estos se pusieron nerviosos, a mi me comisionaron para que recibiera al gobernador. Se empezo puntual y como a los 15 o 20 minutos llegó el Ejecutivo del Estado, vi que no le gusto nada el que no lo esperaran pero no le quedó más que aguantarse y se vió muy mal…
Si en todos y cada uno de los actos, desde los más elementales hasta los más sofisticados, se comienza por iniciar puntuales, con el tiempo la puntualidad sera una virtud normal dentro de nosotros.
Si andamos de viaje nos indignamos cuando no hay puntualidad en las salidas y llegadas, sin embargo, esa exigencia no la pedimos para nosotros: lo que en nosotros es una gracia en los demás es un defecto despreciable.
Hoy se habla mucho de valores y se dice que hay que fomentarlos. Me pregunto: qué la puntualidad no es un valor? y muy importante para un país que quiere destacar en el concierto de las naciones?
Vale la pena reflexionar sobre la importancia que la puntualidad tiene en nuestras relaciones humanas y públicas. Sólo quien es organizado y puntual sabe valorar el tiempo de los demás y les hace sentir lo importantes que son para El.

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