LA BRUJULA
MODESTAS OBSERVACIONES DE UN VIAJE…
Sexta parte
Heberto Peterson Legrand
Dejamos atrás a Zurich rumbo a Berna, ciudad también con más de 300 mil habitantes. Llegamos y sólo contaríamos con tres horas para conocer un mínimo de ella.
La atraviesa el río Aare, ciudad con influencia medieval y moderna así como muy cosmopolita, hoy día se mantiene con una elevada calidad de vida.
Anduvimos sobre todo en la avenida de la Justicia con sus famosas arcadas a cada lado, que le dan un sabor muy especial, hermosas fuentes con figuras de animales y ogros, sus blasones y banderas, tiendas y restaurantes.
Es muy famoso el reloj colocado en una torre que tiene por el orden de 600 años. Recomiendan que estemos frente a él unos cuatro minutos antes de la hora por la siguiente razón: Tres minutos antes de la hora el gallo canta por primera vez y lo hará tres veces recordando lo que le dijo Nuestro Señor Jesucristo al apóstol San Pedro: “ Antes de que cante el gallo tu me negaras tres veces”, el bufón toca las campanas y los osos a los pies de los cronos giran.
El gallo de nuevo canta y a la hora en punto cronos gira el reloj de arena que tiene en su mano, cuenta las campanadas moviendo su boca y el cetro que porta en la otra mano .El reloj funciona hoy día como funcionaba hace más de 500 años.
Recorrimos sus calles admirando la catedral de St. Vicent. de estilo gótico tardío y otras edificaciones más.
Ese día dentro de algunas arcadas montaron mercados itinerantes y los recorrimos. Mi Señora y Martha mi cuñada andaban probando cuanto les ofrecían y en uno de los locales dice mi señora: ¡mira Martha! Aquí hay pate de higado de ganso...y el dueño del local les dice en español: Si, pate de higado...y al no acordarse de la palabra ganso emite un ruido agarrándose el cuello por la parte central jalando de enfrente: grgrgrgr intentando imitar a un ganso. Soltaron la carjada festejando al suizo que puso un plus para comunicarse...
Caminando nos topamos con la casa donde vivió Albert Einstein, el padre de la ley de la Relatividad. Para llegar había que subir una pronunciada escalera, mi señora y Miriam esperaron afuera y Martha y yo entramos. Yo no me perdería ni de chiste visitar la casa de tan ilustre hombre. Disfrute viendo fotografías de él y su familia así como los muebles que en ese entonces les pertenecían allá por el año de 1909.Se siente algo muy especial el haber estado en el lugar donde estuvo Einstein, quien en ese tiempo estaba trabajando en patentes.
Vimos por las calles de Berna personas elegantemente vestidas y muchas más que transitan por ellas con una seguridad envidiable. El transporte urbano excelente y se percibe la armonía de una ciudad con un sustento cultural de siglos en contacto con la naturaleza que le rodea y penetra.
El tiempo corrió muy deprisa y llegó la hora de dejar otra ciudad más de la cual tuvimos una... probadita.
El autobús tomo rumbo a Francia pasando por la parte francesa de Suiza donde también nuestros ojos retrataban el hermoso paisaje para que nuestro cerebro lo registrara y el espíritu se deleitara...
Sentí algo inexplicable cuando cruzamos y pusimos pie en Francia, es como lo dije antes, algo muy subjetivo, me dio mucha alegría, pues sentía que Paris estaba al alcance de la mano, sin embargo hasta las 21:00 horas íbamos entrando a Paris tratando todos de localizar la Torre Eiffel, construída por Gustav Eiffel el año de 1889 y que hoy es el símbolo, no sólo de Paris, sino de toda Francia.
Nos hospedaron, en esta ocasión, no en un hotel sino en unos departamentos y también a las orillas de Paris. Las compañías manejan los tours siempre buscando bajar sus costos, razón por la cual no nos ubican en hoteles céntricos.
Ya instalados nos fuimos a cenar en un restaurante cercano, nos dimos a entender como pudimos y comer muy sabroso: Los Menús no estaban en ingles ni en español, queríamos pato y mi señora le dice al mesero: cua cua cua, para indicarle que quería pato y el mesero le contesta: pío pío pio pío, es decir, que había sólo pollo y...pues a comer pollo. Yo disfrute de un exquisito filete. Nuestra primer comida en Francia acompañada de un buen vino y con un trato muy amable por parte de los empleados del restaurante...
Después de muchas horas nalga nos sumimos en un profundo sueño.
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