domingo, 25 de octubre de 2009

Crónica de un viaje. ( octava parte )

LA BRUJULA
MODESTAS OBSERVACIONES DE UN VIAJE...
Octava parte.
Heberto Peterson Legrand

Nos despedimos de Paris contentos de haber disfrutado tan bella ciudad y con el deseo de volver por unos 20 días o más para conocerla más a fondo y gozar de sus galerías, museos, ahondar en su historia...
Contrariamente a los comentarios de algunas personas-en nuestro caso-si recibimos un trato amable y esos juicios a priori que llevaba fueron desechados. Eugenio Peterson Salvatierra, mi ahijado, me dijo que en París también recibió amabilidad y atenciones y se regreso muy bien impresionado de Francia. El autobús tomo rumbo a Lourdes, fue un largo recorrido, pero agradable, ya que los Pirineos eran el deleite de nuestros ojos y su belleza tiene un efecto psicológico pues ayuda a que se pierda la noción del tiempo y el viaje deja de ser pesado y cansado.
Los Pirineos son un conjunto de altas sierras fronterizas hispano-francesas que tienen de ancho alrededor de 150 km.
Alrededor de las 19:00 horas hicimos nuestro arribo a Lourdes, pequeña población bañada por el río Gave de Pau, ubicada en la región de mediodia-Pirineos a una altura de unos 400 metros.
A pesar de que cuenta con una gran cantidad de hoteles a nosotros nos fue mal ya que tuvimos que subir nuestro equipaje, haciendo cola en un estrecho elevador y no tuvimos agua caliente...
Visitan a Lourdes más de cinco millones de visitantes de 150 países y sus hospitales acogen a unos 70,000 enfermos.
Ya instalados, de inmediato nos trasladamos a la basílica de la Inmaculada Concepción para estar a tiempo en la “Ceremonia de las Velas” que se celebra todos los días. El recorrido fue a orillas del río, es un pueblo pintoresco que disfrutábamos durante el recorrido.
Inició La ceremonia siendo trasladada al frente de la multitud una imagen de la Virgen de Lourdes llevada en hombros y seguida de inmediato por los enfermos que eran transportados en sillas de ruedas y después todos los demás.
Estábamos allí, gente local y turistas de muy diversos países rezando juntos el rosario que se decía en diversas lenguas.
Allí estaba presente el ecumenismo de la Iglesia- que alimenta y se alimenta de las diversas culturas. Todos nos veíamos como hermanos, se vivía un clima de amor y reflexionando durante la procesión me decía: Si así fuera la relación entre todas las naciones promoviendo la cultura del amor y la vida y no la cultura del odio y de la muerte, estuviéramos ya probando algo del paraíso...pero...sin embargo, la historia del hombre demuestra como nos hemos hecho daño unos a otros, como hemos sido incapaces de lavar las heridas, más, sin embargo, allí están los principio, los valores humanos y trascendentes que debemos rescatar y vivir para ser digno de un Mundo mejor...
Allá por el año de 1858, aquel pequeño pueblo que llegó a ser prisión de Estado, dio un vuelco con Bernadette Soubirous, joven de 14 años que recibió 19 veces la aparición de la virgen, vestida de blanco con un cinturón azul de donde colgaba un rosario le dijo que era la ella la Inmaculada Concepción.
Durante la novena aparición surgió la fuente de la gruta cuyos efectos milagrosos se pusieron de manifiesto.
Es importante decir que la Iglesia Católica es sumamente cauta respecto de los milagros y no toma como tales cualquier curación.
Existe en Lourdes un Centro Médico y hospitales, donde médicos de reconocida capacidad y honorabilidad revisan y ven los expedientes de los enfermos antes de acudir a la gruta y los vuelven a revisar después para poder determinar-desde el punto de la ciencia médica- si se produjo algún milagro. En los 150 años que han transcurrido se han aceptado pocos milagros.
Los médicos saben de la interacción mente-cuerpo y del aspecto psicógeno, de allí la prudencia de la Iglesia al respecto, que toma en cuenta las diversas disciplinas científicas.
Yo llevo 53 años rezándole a la Virgen de Lourdes-casi todas las noches-una oración que le compuso Eugenio Pacelli, Papa Pío X11, y tuve la gran satisfacción de rezarla allí mismo, la emoción para un creyente es única.
Por allí alguien, me insinuó que en las crónicas toco mucho el tema religioso. Bueno, yo creo que hay que ser congruentes y mientras no me convierta en fanático o intolerante, me siento bien, porque la Religión, la que me enseñaron, habla de amor de unos a otros, así como los valores nos dan la pauta par ser mejores...lo que pasa es que los hombres perdemos el rumbo y los hacemos a un lado para convertirnos en el Lobo del hombre...
Fuimos a cenar y después localizamos la casa donde vivió Bernadette, ya estaba cerrada y como al siguiente día salíamos temprano no hubo la oportunidad de conocer su interior.
El idioma es una barrera para comunicarnos unos con otros, pero cuando las emociones y sentimientos afloran lo logramos: nos sonreíamos unos con otros, hubo apretones de manos, nos acariciábamos con la mirada, la cortesía y buenas maneras se expresaron y con todo ello echamos brazas alimentando al fuego de amor que allí se Vivió.


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