sábado, 24 de octubre de 2009

Los Ausentes...

“LA BRUJULA”

LOS AUSENTES...

Heberto Peterson Legrand

Los abuelos siempre esperamos ansiosos la llegada de los nietos, nuestra imaginación nos permite suponer lo mucho que habremos de gozarlos. La casa esta silenciosa, todo en ella esta ordenado, caminamos sin el temor de tropezarnos con objetos extraños, somos dueños de nuestro tiempo y en el momento que queremos nos refugiamos en el cuarto o en un sillón de la sala para recuperar algo de fuerzas…
Se escucha el toque de la campana y acudimos a recibir a los primeros en llegar: abrazos, besos, gritos, equipaje y regalos…
Más tarde vuelve a escucharse la campana y llegan los faltantes. Todos reunidos, con excepción de alguno que por razones de fuerza mayor no pudo acudir.
El silencio ha desaparecido. Se oyen voces por dondequiera, pasos ligeros de pequeños que corren, gritos y pleitos y objetos aquí y allá…
Tiene uno que caminar alerta porque sobraran objetos con los cuales tropezarse y en el camino se cruzaran pequeños “duendes” que van en todos sentidos; si la intención es sentarse a descansar en algún sillón de la sala hay que revizar para no sentarse sobre objetos ajenos al mueble.
Apenas nos sentamos y se aproxima uno de los nietos para pedirnos que le dibujemos un barco pirata, andemos o no de humor, nos disponemos a darle gusto y…pues a dibujar.
En el trayecto de un lugar a otro de la casa y donde menos nos lo esperamos nos encontramos a otro de los nietos dormido, el cansancio lo alcanzo y allí se dispuso entregarse en los brazos de morfeo.Lo tomamos en nuestros brazos y lo trasladamos a una de las camas, lo tapamos y aprovechamos para darle un beso…
Nos sentamos para disponernos a comer. Hacemos una oración previa y enseguida procedemos a disfrutar de los alimentos: No falta el que no quiere determinada comida, el que tiro el vaso de refresco o leche, el que se ensucio toda la cara y el que mancho su ropa, el que con alguna ocurrencia nos hizo reir a todos. Hay música de fondo y después de los platillos principales pasamos al postre y café y a la platica de sobremesa donde los adultos platicamos sobre los hijos, traemos a la memoria el recuerdo de seres queridos que ya no está con nosotros…
No falta quien trae cámara fotográfica y comienza a organizarnos para tomarnos algunas fotos para el recuerdo.
.Los pequeños juegan hasta caer rendidos mientras los adultos nos organizamos para recoger la mesa, lavar platos y recoger los papeles .
Ya tarde los adultos nos reunimos en la sala y mientras degustamos algún vino o , platicamos sobre los hijos y nietos; hacemos memoria de nuestra infancia donde convivíamos con nuestros seres queridos ya idos: recuerdos que todos guardamos en nuestro corazón gratamente y que de vez en cuando los rescatamos para volverlos a vivir de alguna manera.
Cuantos de nosotros en un momento de silencio y en nuestra intimidad hacemos que afloren recuerdos de experiencias vividas y de personas queridas que ya no están con nosotros pero que mucho significaron en nuestras vidas: nuestros padres, abuelos, amigos muy queridos.
Llega el día en que todos parten: Los abrazos de despedida son diferentes a los de bienvenida, estos últimos nos arrancan algo, tienen algo de dolor, dejan un vacío, pero…es la ley de la vida, los abuelos nos volvemos a quedar solos como empezamos, vemos como se alejan, quisiéramos detenerlos pero…
Nos tomamos de la mano entramos a la casa, nos sentamos en la sala y nos damos cuenta que quedamos exhaustos, nuestras fuerzas mermadas, ya aquella vitalidad de antaño nos ha abandonado, el tiempo se encarga de decirnos que necesitamos de nuestro propio espacio de libertad para desempeñar nuestro nuevo rol…….el de ser Abuelos.

.
+

No hay comentarios:

Publicar un comentario