sábado, 24 de octubre de 2009

Los Ignorados...

“LA BRUJULA”

LOS IGNORADOS…

Heberto Peterson Legrand

Me platicaba en días pasados una persona a quien estimo mucho y la admiro por los valores que dan sentido a su vida. Una mujer culta que tiene poco tiempo viviendo en Ensenada y que sabe administrar su tiempo de manera ejemplar.
Es una persona que anda por los ochenta años y constantemente esta cultivándose ya sea tomando cursos, algunos talleres. Es una gran lectora y también ha cultivado la poesía con gran sensibilidad.
Además tiene un trato muy fino, contagia con su alegría y entusiasmo y tiene una actitud frente a la vida altamente positiva. Vive sola, no tiene más que una hija que vive en el extranjero.
La encontré triste, con el corazón dolido porque fue a pasar navidad y fin de año con su hija, yerno y nietas y fue prácticamente ignorada por los adultos. Si pudo disfrutar a su o sus nietos pero la frialdad de la hija y del yerno congelaron su alegría, estuvo allá pero vivió el drama que viven desgraciadamente muchas abuelas y abuelos: la indiferencia de los hijos, muchos de los cuales hoy día no saben valorar la presencia de quienes en años pasados vieron por ellos, los amaron y los siguen amando pero no son correspondidos porque vivimos en una sociedad que ha invertido sus valores.
Antiguamente los abuelos ocupaban un lugar muy especial en los hogares: eran el centro de atención y todos derramaban sobre ellos su amor, los respetaban y les pedían consejos.
Hoy la superficialidad y el interés por el consumismo que marca las pautas de las conductas de muchos ha roto con el modelo de hogar propio de personas verdaderamente civilizadas.
México siempre se caracterizo por ser un país que rindió reconocimiento a la figura siempre amada de los abuelos, en los hogares todos gravitaban alrededor de ellos, hoy, lamentablemente, en muchos hogares son desplazados, arrinconados como muebles viejos y que estorban y hay una falta de interés por conocer sus sentimientos, sus deseos, sus preocupaciones...se esta demasiado ocupados para prestarles atención.
Mi querida amiga se trajo en su corazón el calor del amor de sus nietos y la dolorosa experiencia de la indiferencia de una hija cuyo corazón y sentimientos se habían congelado.
Cuando las personas quedamos atrapadas en una sociedad hedonista, consumista y relativista nuestros patrones de conducta cambian y nos transformamos en otros seres a quienes el egoísmo nos lleva a pensar sólo en nosotros mismos y a los demás los convertimos en objetos o instrumentos que nos interesan si nos son útiles.
Urge rescatar los valores familiares, urge rescatar la figura de los padres, urge rescatar la figura de los hijos, urge rescatar la de los abuelos, urge rescatar a toda la familia porque en ella esta la esperanza de un mundo mejor.
La familia es la primer escuela de valores y los padres los primeros educadores. No en vano dice un viejo refrán que: la educación se mama en casa. Desgraciadamente a veces el entorno en que nos movemos echa por tierra lo comunicado en el hogar.
En muchos medios y por mucho tiempo se ha ridiculizado la autoridad y entre ellas la de la familia. La autoridad ha sido objeto de burla y ello ha dañado mucho y es necesario recuperar su prestigio y su lugar .
Yo espero que mi querida amiga que es dulce y buena como el pan, en un nuevo encuentro con los suyos reencuentre una nueva disposición, producto de la reflexión y revaloración, que tenga como fruto un amor que aunque allí esta, pero oculto, sea comunicado para que recoja ese fruto del amor de aquella semilla que ella sembró años atrás.
Los hijos tarde que temprano recapacitamos y nos damos cuenta de nuestro Error.

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