sábado, 24 de octubre de 2009

Medios e imagen...

“LA BRUJULA”

MEDIOS E IMAGEN
(construir o destruir)

Heberto Peterson Legrand

No tengo los elementos para decir con certeza una u otra razón, pero me pregunto hasta que punto los medios masivos de información han construido o destruido la imagen de algunos políticos; hasta que punto han vendido la imagen que ellos han querido de algunos gobiernos; que tanta culpa pueden tener de haber maquillado la realidad para construirnos una ficción que vemos como una realidad, engañosa, que nos impide conocer a ciencia cierta donde estamos parados...
Si invisiblemente nos introdujéramos en algunos medios de información, hasta las salas de redacción o las oficinas de donde salen las órdenes de seguro nos sorprenderíamos de lo mucho que allí descubriríamos: veríamos a muchas personas dirigiendo esas empresas buscando sus propios intereses, con su propia visión del entorno en que se mueven, con sus filias y fobias por determinados personajes de la política, movidos por sus simpatías hacia determinadas corrientes que les han favorecido o favorecieron en otros tiempos.
Si los medios de información se proponen desdibujar para destruir la imagen de un personaje de la política o dedicada a otra actividad lo logran, porque de tanto golpearlas la “opinión pública” comienza, de tanto ser bombardeada, con la imagen que se les proyecta a aceptarla y ello las aleja de la realidad para que la manipulación logre su objetivo...
Así como la propaganda, de tanto insistir, logra ir posesionando en las personas a quienes se dirige la imagen o perfil de determinado actor público. Así mismo las notas diarias, comentarios, o articulistas afines a los propósitos del medio, logran inocular en sus clientes o público la imagen real o distorsionada de personajes de la vida pública.
Hay medios que para vender más caen en el amarillismo, magnifican algunos hechos o incurren en la mentira difamando. Han de existir otros que, como no reciben dinero, golpean para hacerle sentir a quien no se presto a su juego, de lo que son capaces, hacerles sentir hasta donde pueden profundizar la herida, no conocen de valores éticos, el único valor que conocen son sus propios intereses aunque sean mal habidos.
Existen, desde luego, los que se han convertido en instrumentos de grupos políticos y cuyo propósito no es hacer un periodismo objetivo sino un “periodismo” que tenga como objetivo enlodar la imagen de los adversarios, inventándoles todo aquello que ensucie su imagen, presentándolos como el antiMéxico y exaltando las virtudes y cualidades de sus protegidos, salvadores de la patria, ciudadanos ejemplares....
Situaciones como las anteriores nos impiden a los ciudadanos comunes y corrientes poder percibir lo bueno que se haya hecho; Conocer las cosas mal hechas y tener una radiografía de la realidad que nos permita poder hacer juicios más apegados a la verdad.
Si no se informa con la verdad no hay comunicación posible; si los medios no sustentan su quehacer sobre valores éticos la mentira seguirá siendo el ruido que impida esa necesaria comunicación entre ciudadanos y entre estos y los gobiernos que los representen.
Los medios de información con su actuación se convierten en constructores o destructores del país y ello implica una muy grave responsabilidad que no deben eludir y si tomar conciencia del papel trascendente que juegan en el presente y futuro del país.
Sólo quien se puede dar el lujo de dar seguimiento diario a distintos medios de información puede ir desentrañando esa madeja de Información y desinformación en la que nos vemos envueltos el común de los mortales y si darse cuenta de las motivaciones que mueven a los diferentes medios, motivaciones de seguro muy dispares: unas nobles, dignas de reconocimiento; otras deshonestas y dignas del mayor de los Repudios...

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