domingo, 25 de octubre de 2009

Odiaba el Papeleo...

“LA BRUJULA”

ODIABA EL PAPELEO…
Heberto Peterson Legrand

José Vasconcelos, allá por la década de los ’20 del siglo pasado, se quejaba de cómo el papeleo quitaba tanto tiempo para hacer cosas más trascendentes...
Hoy, a la distancia de 87 años y a pesar de contar con los extraordinarios avances de la tecnología, en muchas áreas de gobierno todavía el papeleo y la tramitología ocupa mucho del tiempo, es engorrosa y no sé que tan necesaria.
Dicen que los ritmos de la iniciativa privada son mucho más rápidos que los de la burocracia y ello permite tomar decisiones más prontas y de aplicación más inmediata.
Debe haber controles para poder dar seguimiento a lo que las distintas áreas realizan y en su caso poder exigirles el cumplimiento de metas y objetivos.
Desde luego hay muchas instancias de gobierno que han logrado simplificar los procedimientos y agilizar con ello los tramites, más no sé en que porcentaje se habrá logrado.
Hay funcionarios que quisieran acelerar los procesos pero tienen una camisa de fuerza que los limita debido a la estructura en que se mueven.
No sé que tanto, esta sociedad de la desconfianza en que vivimos, es la que obliga poner una serie innumerable de candados para evitar desviaciones y el mal manejo de los recursos.
Con esto de la transparencia, los funcionarios públicos están como en un escaparate y hoy día, se supone, se conocen en detalle todas las operaciones, lo que es bueno. Sin embargo, supongo que ello exige controles más detallados y por lo tanto mayor papeleo virtual.
Hay dependencias que trabajan con un número inferior de personal para poder responder a la demanda de los servicios, tanto hacia el interior de la estructura gubernamental como hacia el exterior, y ello hace que el otorgamiento de los servicios sean sumamente tardados. Aquí torre mata alfil y se les da atención a los primeros.
Ya me imagino a José Vasconcelos que era un hacedor, un hombre de gran iniciativa, un creador, sufriendo para tener que sortear la serie de obstáculos que en su tiempo le implicaba ese “papeleo” que tanto le molestaba y le impedía realizar sus proyectos en la forma y tiempo que a él le urgía.
Lo peligroso de una burocracia que cae en la rutina y queda atrapada dentro de cierto ritmo, es que se acostumbra y ve aquello como algo natural y debido a la serie de impedimentos que coartan su creatividad deja de ser productiva.
La simplificación administrativa debe ser una meta de toda organización y hay gobiernos que se proponen llevarla a cabo y ello se refleja en el servicio que ofrecen a los ciudadanos que sienten no perder su tiempo y se sienten bien atendidos.
Las dependencias que se dedican a la capacitación, deben incluir en sus cursos, seminarios y talleres, aquellos que traten sobre la simplificación administrativa y atención al público como prioritarias para que la población vea y valore los frutos de ello.
Yo creo que se ha avanzado bastante, pero se necesita avanzar aún más, pues todavía nos encontramos con cuellos de botella y éstos no permiten valorar justamente a aquellas otras áreas donde si se han tenido logros sensibles.
¿Qué tanto hemos aprovechado la tecnología? No lo se, pero de seguro que quienes vivían hace 87 años hubieran querido disfrutar del privilegio que hoy tenemos a la Mano.

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