martes, 26 de diciembre de 2017

CRONICAS ENSENADENSES

ROBERTO VERDUGO BRAMBILA
(MIS MEMORIAS DE LA BANDA 1952-2005)
Tercera y última parte

Heberto Peterson Legrand

Comenzaron los problemas internos de la sociedad, pues había un grupo que quería tener el mando sobre la banda y quitar a los que habían organizado todo desde un principio. Así que unos decían una cosa y otros otra. Hasta para una carne asada particular que tocáramos. A esas personas no les importaba la ayuda del profesor y los de la banda.
Comenzaron las desavenencias y el profesor Don Maurilio opto por retirarse. A una persona tan recta como era el, de seguro no le gustaba ese tipo de política “chismes”. Cuando en una noche de estudios nos comunico su retiro del grupo, hubo un silencio más grande del que se lleva una nota redonda en la música. Se despidió igual de mano y con los ojos llorosos por ultima vez nos pidió tocar “Viva mi Tierra”y se fue.
Esas personas de la sociedad no supieron el daño que estuvieron haciendo al desintegrar poco a poco la ya famosa banda. No era nada mas sentir su poder. Retrataba también de dañar la iniciativa de las personas que se entregaron de lleno para formarla. Sino matar al entusiasmo de todo un pueblo, como lo era en ese entonces Ensenada, la cooperación de la gente y la participación de la misma en nuestras audiciones que eran los jueves y domingos en el parque Revolución. Y la nuestra propia que al interpretar las melodías sentíamos aquel gusto de saber que le estábamos entregando una parte de nuestro corazón, para la misma gente del pueblo. Continuamos luchando y por varios años mas la banda seguí contra viento y marea.
Llegaron para continuar el trabajo con la banda: el Profr. Valerio Martínez, el Sr. Manzano que era director de la Orquesta Clave Azul, el Sr, Nicolás Valdez y por ultimo el Profr. Manuel Miramontes, hasta los años 60’s que la banda se desintegro por completo.
El Profr. Miramontes también llego a querer mucho a la banda. Tanto, que tocaba en la Orquesta y daba clases de música en las secundarias para así poder mantenerse, pero con todo y eso la banda se acabo. Deje de verlo como en los años 70’s y tantos, ya siendo, yo un adulto fuimos grandes amigos.
Espero no haberlos enfadado con mi relato es algo de historia sobre la banda que tanto quise, pero no quise pasar desapercibida  la ocasión para decirlo. Fueron tres personas las que me impactaron en mi juventud musicalmente. Y lo mas grande para mi fue haber estado con ellos interpretando una de las grandes composiciones de Don Félix, fue un gran logro para mi, aun lo recuerdo con mucho cariño………….

INTEGRANTES DE LA BANDA DE LA SOCIEDAD MUTUALISTA PROGRESO
(1952-1960)
Isidro Brown Monje q.e.d. flauta, José Lemus q.e.d. tuba, Lara q.e.d. tuba, Catarino (Don cata) q.e.d. tambora, Jesús Castro q.e.d. tambora, Antonio Green q.e.d. tarola, Cartero Padilla q.e.d. tambora, Tito Escalante q.e.d. platillos, Marco Antonio Labastida q.e.d. platillos, Antonio Rosales q.e.d. trombón de émbolos, Felix Jiménez Ch. q.e.d. trombón de émbolos, Pablo Sánchez q.e.d. barítono, Manuel Salgado q.e.d. barítono, Alberto q.e.d. trombón de bara, Filemón Guadiana q.e.d. trompeta, Fernando Verdugo q.e.d. trompeta, Sr. López Rocha q.e.d. clarinete, Víctor Verdugo q.e.d. clarinete, Emilio q.e.d. clarinete, Daniel Hernández q.e.d. saxofón alto, Antonio q.e.d. saxofón alto.
Miguel Vázquez: saxor, David Hernández: saxofón tenor, Ezequiel Hernández: saxofón alto, Eduardo Verdugo: barítono, Narcizo Verdugo: barítono, Filemon Guadiana: trompeta, Roberto Verdugo: trompeta, Eduardo delgadillo: tarola, Francisco López Soberanes: clarinete, Victor islas: clarinete, Rafael de lo Palos: trompeta.

Estos son algunos de los compañeros que integramos la banda faltándome otros cuyo nombre en este momento no recuerdo pero los llevo en mi mente con cariño.
Roberto: Con interés y afecto me permití dar a la luz pública tus memorias porque es una importante contribución a la memoria de una comunidad que gratamente conserva el recuerdo de esa época que describes y que de seguro desperto sentimientos y emociones en muchos de tus lectores.
Recibe un abrazo fraternal y ¡Gracias!


viernes, 15 de diciembre de 2017

CRONICAS ENSENADENSES
ROBERTO VERDUGO BRAMBILA
MEMORIAS DE LA BANDA 1952-2005
(SEGUNDA DE TRES PARTES)



Ocurría a veces que los solos los tocaba el Sr. Brown con su flauta o el Sr. Rocha con su clarinete, pero cuando se trataba de tocar al aire libre los tocaba Filemon Guadiana con la trompeta, una vez falto y el profesor con la batuta me hizo levantar y tocar el solo que es a capricho del ejecutor. Fue le gran susto, todo salio bien, en si el que tocaba el solo lo tocaba de pie. Lo bonito fueron los ensayos para desfilar el 16 de septiembre de 1953, marchar y tocar parece fácil, batallamos pero lo logramos, ya que el profesor, diestro en esas cosas nos enseño como perder el miedo y al fin lo logramos, el 20 de noviembre después de tocar en el campo deportivo, nos dirigíamos al Rancho Jiménez, el cumplía años ese día y de paso aprovechaba para agasajarnos con una suculenta comida.
La banda fue cuna de grandes músicos tanto locales, nacionales como internacionales, tal es el caso de Rafael de los Palos que con orgullo llevo la primera trompeta en la Orquesta de la Sra. Evangelina Elizondo. En los años 60 se formaron dos grupos de música moderna, en ese tiempo Rock and Roll en un grupo estaba Ezequiel Hernández y en el otro el que escribe, en el cual  me toco ser el iniciador del grupo “Impalas”.
Los días transcurrieron y las visitas de Don Félix seguían, cuando menos pensábamos ya estaba tocando el piano pronto mi madre se apresuraba a darle el café como a él le gustaba, esa vez toco la marcha Pasacalle viva mi Tierra, mi mamá  atenta comenzó a escribirla  le hizo el acompañamiento la primera parte y la toco en el ya famoso piano, se miraba la satisfacción en los rostros, y eso que era la primera parte de  esa marcha, de la que me acuerdo perfectamente, una semana que no fui a las clases el profesor astutamente se hizo presente en la casa, dado que con su presencia no había mas que decir de las faltas, de alguna manera se puso de acuerdo con don Félix, creo que el también quería conocer a mi madre, estaba ya por terminar la ultima parte  de Viva mi Tierra yo miraba al profesor que algo escribía para esto la marcha lleva contracantos y notas agudas de flauta y clarinetes. Mi mamá tocaba melodías y acompañamiento. Don Félix contracanto y el Profr. Don Maurilio los altos, cierto era que era a cuatro manos pero eran tres personas nunca volveré a ver algo parecido, se pusieron de acuerdo para comenzar de nuevo. Entonces el profesor rápidamente me dio la partitura de la trompeta, eso estuvo escribiendo y los cuatro comenzamos Viva mi Tierra, sin ningún titubeo la marcha salio muy bien. Con esos tres grandes músicos que podía salir mal, tal vez con mi trompeta algo ayude al menos mi madre se sintió bien con mi participación don Félix y el Profesor así me lo hicieron saber, al final nos abrazamos todos en señal de satisfacción  y alegría, con tanto entusiasmo que tocamos y de lleno nos entregamos a Viva mi Tierra, unos aplausos oímos, había entrado un grupo de personas al oír  la música a la sala  de la casa, y otro tanto afuera, quienes también pasaron a felicitarnos el domicilio era Gastelum numero 482 jamás olvidare ese momento, hay veces que revivo ese encuentro frente al piano de mi madre, hoy ya del siglo antepasado.
Fueron varios motivos los que ocasionaron el retiro del profesor Don Maurilio. Por un lado la suspensión del apoyo por parte del Gobierno Estatal y por otro la Salida de varios compañeros hacia  las orquestas en las que ganaban dinero.
Durante un tiempo el Estado y el Municipio estuvieron de acuerdo en apoyarnos con cierta cantidad de dinero, sobre todo para algunos elementos de la banda que ya tenían familia, según las necesidades de cada uno.
Otros por contar un trabajo seguro no se les daba apoyo económico, sin embargo tampoco se les reponía el día perdido, además de no presentarse a tocar por estar en sus trabajos. Esto ocasiono que el Profr. Don Maurilio comenzara a tocar en las orquestas que existían, para así reponer lo que el Estado le había suspendido.

Cabe mencionar que el Municipio no siempre fue puntual con sus aportaciones económicas, así como también, en ocasiones no daba nada.

CRONICAS ENSENADENSES

(SEGUNDO TOMO)

VICISITUDES DE UNOS GEMELOS
(segunda y última parte)

Heberto Peterson Legrand


El miércoles 11 de agosto escribí un articulo titulado: “Idénticos y Diferentes, Vicisitudes de unos Gemelos”, en el cuál describo una serie de anécdotas que nos han sucedido a mi gemelo Humberto y a mi. No imagine que un buen número de personas me pidieran que si había más anécdotas las publicara y, pues, aquí me tienen dando cumplimiento a la petición diciendo la verdad, palabras más palabras menos y no inventando ninguna:
Mi gemelo fue director administrativo del ISSSTECALI en Ensenada de 1981 a 1986. Un día estaban operando a nuestra Mamá y mientras terminaban la cirugía yo estaba en la oficina de mi hermano acompañándolo, éste tuvo que salir a otra área y yo me quede esperándolo. Minutos después un carpintero pide a la secretaria de mi gemelo que quería hablar con él. Yo le pedí que lo dejara pasar y al introducirse a la oficina comenzó a darme un sin fin de explicaciones sobre un determinado trabajo que tenía que hacer. Yo le dije que no, que creía más conveniente cancelarlo. Aquel hombre puso una cara de desconcierto y disgusto que no podía ocultar, en ese momento venía entrando mi gemelo a la oficina y le digo al carpintero señalando a mi hermano:--pero el tiene la última palabra—se dio cuenta de la broma y soltó la carcajada...no se que más pensaría pero... no lo quise averiguar.., yo espero que mi Mamá a pesar de la anestesia no se haya inquietado un poco...
En otra ocasión mi hijo Heberto se puso de novio con mi querida nuera Karen Gastelum García en Tijuana. Mi gemelo cierto día va a casa de mis consuegros Juan y Charo a quienes mucho queremos, allí estaban Karen y Heberto. Llegó, le hizo señas a mi hijo para que no lo delatara y se hizo pasar por mi. Lo recibieron, le ofrecieron quesos y vino, aquel se dejo consentir y como a los cuarenta minutos mi hijo no aguanto más y le dijo a Karen:--no es mi Papá, es mi tío Tito—Karen le dijo:--¡hay como crees, no puede ser!, mi hijo finalmente le dijo a mis consuegros la verdad y no lo podían creer y terminaron la reunión festejando la broma...jurando mi nuera que no se volvería a equivocar...
Unas semanas después estando mi hijo y mi nuera en casa de mi cuñada Velia, llega mi gemelo y dice Karen:--¡este si es tu papá y no me equivoco!. Mi hijo le decía:--Karen, es mi tío Tito y ella decía que no, tuvo mi gemelo que sacar sus tarjetas de identificación para convencerla.
Durante dos o tres años use barba y finalmente decidí quitármela. Llego a mí casa una noche y allí estaba de visita mi gemelo. Este en cuanto me vio me dijo:! Vamos a vacilar a Lety (su esposa). Nos cambiamos de ropa y de lentes. Antes me instruyo como llegaba a su casa....Llegamos, el se oculto...(el muy cobarde) y yo...pues cumpliendo las instrucciones. Toco, sale Lety, le di un beso, vi que se emociono ( ha de haber pensado ¡ cómo mejoro este!) y juntos caminamos desde el portón hasta la cocina. Al llegar a la puerta de la cocina me dice muy pensativa: ¡tu no eres Humberto!...yo pensé:¿sería por lo del beso..?.y le pregunto ¿cómo me descubriste? Y me contestó: porque el Archi (perro de la casa , adoración de mi gemelo) no te hizo fiestas. Mi gemelo quería tanto a su perro que no se quien sacaba a quien a pasear, si mi gemelo a su perro o el perro a mi gemelo. Como yo no le hacía caso al perro... me delato. Yo le decía a mi gemelo que el perro era joto y yo creo que este se dio cuenta  y no me quería, pobre... murió de cáncer...
Vivimos en Mexicali de 1989 a 2002. Un señor a quien le decíamos “don Chayo” iba todos los días a limpiar el frente de la casa. El no sabía que yo era gemelo y cierto día no estando yo llega de visita mi hermano, cuando se retira estaba don chayo limpiando y oye que le dice mi esposa al despedirlo:--¡salúdame a tu mujer y a tus hijas!...don chayo puso una cara de sorpresa incontenible, mi señora se da cuenta de la reacción y le dice: don chayo el no es mi esposo y dice don chayo--¡claro que si es!...en ese momento llego yo y al verme don chayo suelta la risa. Mi señora le pregunto ¿ qué penso? Y el le contesta  pense:...!que señora tan comprensiva! Hasta le manda saludos a la otra...
En otra ocasión y estando de visita mi gemelo y yo ausente (para variar) llega mi hija Soraya muy apurada, confunde a mi gemelo conmigo y le pide permiso para salir. Mi gemelo se lo da pero no me dijo nada. Llega la hija más tarde, de inmediato la regaño y ella se indigna porque le había dado el permiso, hasta que mi señora intervino para aclarar el mal entendido...una comunicación con óptica distorsionada...
Un día en  Mexicali fui a darme da alta en el ISSSTECALI, al llegar de inmediato se pararon varias damas y se acercaron a abrazarme y hasta me besaron creyendo que era mi gemelo. Después de dejarme atender tan amablemente me identifique para hacerles saber que no era mi gemelo  y pues...siguieron los trámites.
Una vez en Chula Vista estaba yo con mi esposa y dos de mis hijos en un restaurante, nos vio una pareja amiga del “despistado” suegro de mi gemelo y...muy finos le fueron con el chisme de que habían visto a mi gemelo con otra dama y sus hijos...El suegro de mi gemelo iba todos los días a casa de mi cuñada Lety y le preguntaba por mi gemelo: que si como estaba, si ya había llegado, si llegaba temprano, era tanta la insistencia que mi cuñada le pregunto:--¿por qué tanto interés?, su papá le dijo lo del restaurante y ella le recordó que éramos nosotros...!pobre mi gemelo que es toda nobleza y fidelidad!
Cierto día mi señora y yo llegamos a comprar paella a la “ Roca “ un restaurante que estaba frente al “ Palacio Azteca”. Al entrar me di cuenta que una pareja comenzó a “ cuchichear”, me percate del hecho y adrede comencé a abrazar a mi señora y le obsequie un par de besos y cariñosamente le decía: ¿qué más quieres llevar mi amor...?. Al salir me dice mi esposa: oye que te pasa...¿por que esa actitud?. Le dije: me confundieron con mi gemelo y les di material para que hablen más, así queme un poquito a mi gemelo. Luego les platicamos a mi gemelo y a mi cuñada...
Por último, pues hay otras, el día que se caso mi gemelo a mí me iban a felicitar, si eran ancianitas me daba pena engañarlas y pues se las mandaba a mi gemelo. Si eran jóvenes le quitaba la carga, los gemelos somos muy solidarios.
¿No se cuantas anécdotas tendrá mi gemelo y que yo Desconozco?. Aquí termina este relato de dos gemelos idénticos y Diferentes...


     
 





CRONICAS ENSENADENSES
(SEGUNDO TOMO)

IDENTICOS Y DIFERENTES

Vicisitudes de unos gemelos
(primera de dos partes)
Heberto Peterson Legrand
Sentado frente a la computadora hay días en que no se que tema voy a abordar. Me concentro y a veces me cuesta trabajo encontrar alguno, en otras ocasiones la “inspiración” llega pronto, aflora el tema y pongo manos a la obra, fluyen las ideas, se van deslizando los dedos en las teclas, concluyo el artículo, le doy una rápida repasada y lo mando al periódico. Tengo, entre otros, el defecto de no poner la atención que debo a la estructura, al léxico, etc. y estoy seguro que escritores conocedores han de encontrar muchos errores, por ello pido perdón...
Minutos atrás estaba pensando sobre que escribir, repase varios posibles temas cuando de repente me dije: “ escribe sobre tus experiencias como gemelo”, me entusiasmo la autosugerencia y, pues, manos a la obra...
Mi gemelo se llama Humberto Javier y yo Heberto Javier, brotamos a la existencia un 14 de marzo de 1941 (no se rían amigos). Desde el vientre materno mi gemelo era muy latoso, me daba patadas. Cuando nacimos yo muy amablemente le cedí el paso y el nació primero por eso es más viejo que yo dos minutos, es más se le nota...
Platicaba mi mamá que por error cierto día mi gemelo se quedó sin alimento porque a mí me dieron doble ración, como se dieron cuenta no lo se, de seguro mi gemelo ha de haber estado llorando inconsolablemente.
Ya estando más grandes, unos siete años de edad, mi gemelo hizo una travesura, mi Papá que era muy enérgico se le acerco para darle una merecida nalgada, mi gemelo corrió, mi Papá lo persiguió, se ocultó mi querido hermano y al dar la vuelta a la casa mi Padre Me ve
a mi y dolorosamente se confundió y me plancho las nalgas. La justicia se confundió y el inocente las pago...
Un par de años después, en la escuela “ Héroes de Baja California” y estando en diferentes salones decidimos engañar a los maestros cambiándonos de salón, así lo hicimos y una semana después dimos reversa sin que se percataran del hecho.
Mi gemelo era un gallo enano, era muy entron para los golpes...yo era más...prudente...sin embargo cierta ocasión llegó a la casa y me dice: “ mira aquel quiere pelearse conmigo y sale su buey (yo) a que me partieran la...cara.
Ya jóvenes, guapos y  muy apuestos, platicamos y decidimos ya no vestirnos igual, ya nos sentíamos animalitos de exhibición, pasa el tiempo y cierto día nos invitaron a una fiesta en casa de Elsa Tavares. Llegó mi gemelo de trabajar , se arreglo para irse a la fiesta. Una media hora después llegué yo, me arreglé, mi Mamá se dio cuenta que me vestí exactamente igual a mi gemelo. Me fui a la fiesta y lo primero que veo es al otro “monito” vestido igual. Los dos nos vimos de arriba hacia abajo y pues...ni modo.
En otra fiesta estaba yo bailando con una amiga y tuvo necesidad de ir al tocador. Me quedé esperándola, casualmente mi gemelo estaba cerca, sale la muchacha, regresa y en el camino se encuentra a mi hermano, le pide seguir bailando y aquel que siempre tuvo un espíritu de sacrificio se puso a bailar y yo me quede de mirón viendo lo bien que se deslizaban sobre la pista...se veían divinos...
En verano vinieron de vacaciones dos primas del D.F., gemelas del mismo mes y del mismo año que nosotros. Una se llama Rosa Blanca y la otra Blanca Rosa, no cabe duda que tenían unos padres con una muy fecunda imaginación, batallamos un poco para no equivocarnos (pagamos las que debíamos). Un día de común acuerdo ellas se vistieron igual y nosotros también. Salimos a pasearnos por la calle Ruiz y Primera y fuimos la atracción del día...!como nos divertimos!.
Mi gemelo y yo somos idénticos y diferentes: físicamente iguales aunque el un poco más feo, los dos muy buenos bailarines, pero el mejor aún; él era más aventado que yo, hoy lo tienen más tranquilo y reposado; el tuvo muchas más novias, yo era más tímido, así se les dice a los mensos  hoy en día, yo tenía fama de serio, el de alegre; a mi siempre me gusto estar pegado a los libros y escribir; en mi casa me decíaan el “leyon” con la intención de hacerme enojar pero...; el tiene otras aficiones, es muy trabajador, más practico que yo, el hace trabajos de plomería etc., si yo cambio un foco en la casa o intento arreglar una plancha todos se angustian (exagero un poco); el es sumamente caritativo, por todos se preocupa y siempre anda buscando a quien ayudar; yo no tengo la grandeza de su corazón. Podría seguir enumerando semejanzas y diferencias pero me faltaría espacio.
Cuando mi esposa estuvo embarazada mi gemelo estuvo achacoso con los tres hijos ( no piensen mal) yo también estuve pero a mi me dio por los antojos y le estoy muy agradecido a mi gemelo que la peor parte la haya asumido..je je., es más, cuando mi gemelo andaba en viaje de bodas andaba achacoso porque mi señora estaba embarazada, dice el que mis hijos a el también le han costado... Cuando mi cuñada estuvo embarazada yo seguí de antojos y con algo de sueño.
En otra ocasión estando yo en la Empacadora Porteña trabajando me sentí mal y me fui a la casa, ya estando en cama habla mi Mamá a Tijuana donde estaba viviendo mi hermano y resulta que acababa de llegar de su trabajo porque se había sentido mal. Muchas veces cuando he intentado hablar con el por teléfono al mismo tiempo el esta tratando de comunicarse conmigo; hay veces que yo ando inquieto y preocupado y resulta que el trae un problema y al revés, el siente mis estados de ánimo; una Navidad, sin ponernos de acuerdo les regalamos lo mismo a nuestras esposas...allí se las dejo.
Comparto contigo lector estás anécdotas de unos gemelos comunes y corrientes.. 

 


  
CRÓNICAS ENSENADENSES
LIC. OSCAR MARTÍN CAREAGA VILLAVICENCIO
(Recordando al querido amigo)

Recuerdo cuando recién fundado el Archivo Histórico de Ensenada, allá por el 2007, Oscar se entusiasmó mucho y me dijo: Heberto, si en algo puedo servirte me sentiré enormemente complacido de hacerlo.
Su despacho estaba, ahora están los hijos abogados, sobre la misma acera. Despacho jurídico que fundó su Padre Don Manuel L. Careaga en 1929 siendo por lo tanto el más antiguo de Ensenada en funciones.
Oscar donó al archivo algunos documentos y el excelente libro que sobre su Señor Padre escribió y que forma parte del acervo del archivo y es la biografía de un brillante ensenadense que desde principios del siglo pasado contribuyo enormemente a formar nuestro municipio.
Yo visitaba frecuentemente al Lic. Oscar Martín Careaga Villavicencio (Oscar), por una parte porque nuestras familias fueron grandes amigos toda la vida. Si bien el me llevaba nueve años, yo disfrutaba muchísimo de su plática. Era un hombre de una cultura muy amplia, de una excelente memoria, respetuoso de las formas, sencillo y fino en su trato y nunca hacía ostentación de sus logros, además siempre me expresó el afecto que me tenía, yo lo sentía como un hermano mayor y mucho le aprendí.
Casado con Martha Beatriz De la Pascua Bárcena. Recuerdo a ambos recién llegados de México, donde él estudió la carrera de abogado en la U.N.A.M., Allá la conoció. Ella era muy guapa, sumamente educada y con una formación muy sólida en los valores humanos y trascendentes. Lamentablemente los dos dentro de los últimos 16 meses fallecieron pero dejaron la huella de su amor a su familia, amigos y Ensenada.
En México capital, Oscar fue Presidente del bloque de estudiantes de Baja California en México y Presidente del Ateneo de los estudiantes de Baja California en México, un hombre inquieto desde muy joven y que supo ejercer un auténtico liderazgo.
Oscar fue Presidente del Club Rotario de Ensenada y del Colegio de Abogados, llegó a ser Magistrado Propietario del H. Tribunal Superior de Justicia del Estado de B.C., después Presidente del mismo.
Sustento muchas conferencias, ponencias y participó en mesas redondas en distintas partes del país. Una de sus ponencias fue elevada a iniciativa de Ley por el Presidente de México, Lic. Miguel de La Madrid.
Aquí en Ensenada fue maestro fundador de la Escuela Preparatoria dependiente de la U.A.B.C., Fue catedrático de Historia de la Literatura; de Educación Cívica en la Escuela Héctor A. Migoni donde fue alumno, y en la Escuela Fray Junípero Serra.
Ojalá y los hijos se den a la tarea de editar las memorias que sobre su abuelo escribió su Padre, sería el mejor homenaje que le podrán hacer. Hacer una presentación de ellas ya que aportan a la historia de Ensenada dejaría la huella indeleble de su padre y abuelo.
Como hubiera querido yo tener la lucidez de Oscar que se acordaba de situaciones, lugares, personas etc., con una claridad meridiana y yo paraba las orejas y agudizaba la atención para tratar de retener lo más posible.
Oscar, querido amigo, que éstas modestas líneas sean un homenaje a tu memoria y gracias, gracias por el donde la Amistad.

  


  
CRONICAS ENSENADENSES
( Segundo Tomo)

Autor : Heberto J. Peterson Legrand
Cronista Honorario Vitalicio de Ensenada.

DR. ELPIDIO BERLANGA DE LEÓN
Médico y Político Humanista.

Escribir sobre el Dr. Berlanga-mi cuñado-es hacerlo sobre una persona que quise entrañablemente y nuestra relación aparte del parentesco político-familiar fue muy cercana ya que nuestras residencias estaban una contigua a la otra.
Originario de Piedras Negras Coahuila donde nació el 2 de diciembre de 1917 lugar donde hizo sus estudios primarios en la Escuela Primaria “Modelo” y la Secundaria  en la Escuela Secundaria Federal No. 11. Posteriormente se traslada la familia a la ciudad capital y estudia allí la preparatoria en la Escuela Nacional Preparatoria, inscribiéndose después en la Escuela Médico Militar donde se recibe como Médico especializado en Cirugía General.
Llega a Ensenada durante la Segunda Guerra Mundial allá por el año de 1942, después de una estancia en San Felipe.
Casado en primeras nupcias con la Sra. María Teresa Ramos en la capital tienen tres hijos: María Teresa, que radica en México y estudio Ciencias Políticas y es pintora; Myrna que vive también allá y es educadora ya jubilada y el Dr. Elpidio Berlanga Ramos que también radica allá fue Médico militar al igual que su padre y es muy reconocido a nivel nacional en el campo de la Resonancia Magnética.
Fuimos vecinos en la calle Gastélum y las familias entablaron una cercana y afectuosa amistad.
Estando los niños muy pequeños, lamentablemente muere su esposa y en avión militar sale el Dr. Berlanga del Ciprés con ella rumbo a la capital para depositar allá sus mortales restos. Por esas paradojas del destino también su hijo llegó del D.F. casado y con una hija y un hijo, muere muy joven su esposa Irma y al igual que su padre salió con los restos mortales de su esposa en avión militar del Ciprés a la Capital del país…la historia se repitió.
Un año o dos después, no recuerdo con precisión, se enamoran el Dr. Y mi hermana Olga, deciden casarse y ella se hace cargo de los hijos desde muy pequeños.
Posteriormente hacia 1947 nuestra casa es trasladada a la calle décima entre Obregón y Moctezuma y al año siguiente el Dr. Y mi hermana construyen su residencia junto a la nuestra en un terreno que mi padre les había obsequiado.
Fue Berlanga un hombre de buen carácter con sentido del humor y jamás le escuche una mala palabra, tocaba muy bien la guitarra, recuerdo haberle escuchado algunas melodías del trío “ Los Panchos” entre otras y su hijo es un virtuoso de la guitarra y además da conciertos de guitarra clásica.
En aquellos años era muy común que los médicos a todas horas fueran solicitados por sus pacientes y acudieran a las casas de éstos para atender a los enfermos. Muchas veces me toco acompañarlo y fui testigo como sé otros lo han sido del gran corazón que tenía y a mucha gente humilde no les cobraba y además vi que les daba las medicinas.
Fue un extraordinario cirujano, tenía fama de serlo, y fue en cierta forma maestro de jóvenes médicos como me lo atestiguaba en una ocasión el Dr. Francisco Rodríguez que fue el primer director en 1983 del nuevo hospital ISSSTECALI en Ensenada y mi gemelo Humberto el Primer Director Administrativo  Los anestesiólogos que asistían al Dr. Berlanga y eran de su entera confianza fueron Rubén García González  y Hugo Vidaña.
Era un buen domador de caballos, pero era incapaz de ir de cacería. Cuando fuimos las familias al campo, los Peterson, los Loyola etc., y veían una pieza de cacería cuando se preparaban para apuntar sus rifles hacia la presa, Berlanga comenzaba a golpear el auto o hacer algún otro tipo de ruido para espantarla, era muy sensible, incapaz de matar un animal.
Fue el primer director del Hospital Militar en el Ciprés, recuerdo cuando mi gemelo y yo lo acompañábamos a la entonces enfermería que estaba allí mismo antes de que se construyera el hospital, lugar donde nos opero de las amígdalas.
También fue director del ISSSTE cuando éste estaba en la calle Obregón entre tercera y cuarta junto a la Oficina Federal de Hacienda allá por la década de los ’60.
Milito dentro del PRI y llegó a ser diputado estatal, Presidente de su partido y Presidente Municipal de Ensenada,
Una anécdota: Siendo presidente municipal me dice una noche:- no te acuestes, quiero que me acompañes a medio camino rumbo a Tijuana-para que –le pregunte-y me contestó: -vamos a ir a tomar prestado un tubo de asbesto porque lo necesita Ensenada para una obra y Tijuana tiene mucho dinero. Cómo a las 10:30 p.m. salimos, cruzamos el territorio del Municipio de Ensenada, volteamos para todas partes y entre los dos subimos a la cajuela del carro el tubo y nos dimos a la fuga. Iba feliz, como un niño travieso porque le urgía resolver no se qué problema y tenía la solución en…la cajuela.
El había tomado posesión de su cargo, recuerdo en el cine Anza, el primero de diciembre de 1959 para concluir el 30 de noviembre de 1962. Su administración estuvo enmarcada teniendo como gobernador el Estado de Baja California al Ing. Eligio Esquivel Méndez quien gobernó de 1959 a 1964 y como Presidente de la República Al Lic. Adolfo López Mateos por el periodo de 1959 a 1964.
El cabildo del Dr. Berlanga estuvo integrado de la siguiente manera: Secretario Ernesto Flores Hinojosa, el Síndico Procurador Lic. Alfredo González Corral y los regidores José Cardoso Tenorio, la profesora Higarda Angulo, Ángel Díaz Prado, Salvador Montoya Aguilar y Julio Valencia Ibarra. Recuerdo que su jefe de Obras Públicas fue el Ing. Felipe de Jesús Ricalde creador del escudo oficial del Municipio. Recuerdo también al profesor Eugenio Mejía que fue su tesorero, al Fino Prof. Molina, su secretario, un hombre muy educado y a don Alejandro Mendoza que fue recaudador y persona también muy querida en Ensenada.
Durante una visita a Ensenada en 1961 el Presidente López Mateos inauguró el Centro de Capacitación Técnica de Ensenada en el Fracc. Bahía que era una de las grandes preocupaciones de Berlanga.
También construyo el Centro Escolar Revolución y la Casa de la Juventud en un terreno donado por el Gral. Clark Flores.
Uno de los principales problemas que abatió el gobierno del Dr. Berlanga fue el de la escasez de agua, se perforó un pozo en Maneadero y se construyo un acueducto hasta Ensenada para dotarla del vital líquido. Se procuró mejorar el servicio de drenaje de aguas negras  con el apoyo del gobierno Estatal. Se dotó de energía eléctrica a las colonias  urbanas Bustamante, Cuauhtémoc, Careaga, Ruiz Cortines, Benito Juárez, Popular, Hidalgo, Maestros y el Sauzal. Entre otras obras más.
Siendo Presidente municipal no faltaba el paciente a quien atendía allí mismo en su oficina.
Recuerdo que en cierta ocasión lo acompañe junto con mi hermana a los Ángeles California, llegamos al Hotel Ambassador donde mataron a Robert Kennedy, minutos después llegó Corona del Rosal que en ese tiempo creo era el Presidente del PRI, arribaron también el Ing. Eligio Esquivel, Gobernador del estado de Baja California, el Sr. Leyva Valdez, Presidente Municipal de Tijuana y el de Mexicali, después de los saludos correspondientes subieron a un cuarto del hotel donde tendrían una junta para tratar-sepa Dios que asunto-mientras mi hermana y yo nos quedamos en el restaurante cerca de tres horas. Una vez terminada la reunión nos trasladamos al cine, todos menos Corona del Rosal a  ver el estreno de “La Vuelta al Mundo en 80 días” donde participó nuestro famoso cómico “Cantinflas”.
 Berlanga fue un hombre profundamente humano que también apoyo mucho a las monjitas del Sanatorio del Carmen. Perteneció al Club de Leones y otras organizaciones.
Los seminaristas allá por la década de fines de los ’50 tuvieron un accidente en la carretera cuando se transportaban en autobús de Tijuana a Ensenada o al revés, no recuerdo bien, el Dr. Berlanga estuvo intensamente atendiendo a aquellos jóvenes y fue felicitado por médicos de Estados Unidos porque había hecho una intervención quirúrgica exitosa en el cerebro de uno de ellos sin contar con los instrumentos adecuados.
En otra ocasión recuerdo sobre una carta que el Dr. Llamas que radicaba en Tijuana donde lo felicito porque había logrado dar masaje manual en el corazón de un paciente salvándolo, hecho que nadie había realizado antes…
Conservo con mucho cariño la carta que le escribió a mi suegro el Gral. De División Piloto Aviador Rolando Rodríguez Fernández para pedirle la mano de mi hoy esposa.
Con mi hermana Olga tuvo una niña que lamentablemente falleció al año un 21 de marzo y exactamente el 21 de Marzo del siguiente año Dios les obsequio otra niña de Nombre Cynthía que es Técnica en Radiología y Psicóloga especializada en niños. quien al igual que sus hermanos vive en la capital.
Un hombre bueno que hizo de su profesión un apostolado, como político estuvo al servicio del pueblo, no se enriqueció, fue un político honesto y se gano el cariño de infinidad de Ensenadenses que fueron testigos presenciales de su entrega.
La calle tercera merecidamente lleva su nombre y yo me siento orgulloso de haberlo sentido siempre como un Hermano.



  
CRONICAS ENSENADENSES 7 DR.PEDRO LOYOLA LUCQ.
(séptima y última parte)
Heberto J. Peterson Legrand

En su capitulo “Salud Pública” nos comenta en sus “Memorias”: En el año de 1962 tuve necesidad de llevar en Morelia durante 6 meses un curso intensivo de salud Pública, para aprobar Administración Regional de Salud Pública y poder jefaturar el Centro de Salud de Ensenada, Centro que yo había logrado se edificara y del cual fui su primer Director, Había logrado asimismo, con la ayuda del Ing. Coq Director de Obras y Construcciones de la Secretaría de Salubridad en esa época, la construcción de los Centros de Salud de San Vicente, Ojos Negros, Maneadero, El Rosario y el Centro de Salud con Hospital de Colonia Guerrero todos ellos puestos en servicio en 1963.
Las funciones del Centro del Centro eran sumamente variadas, consultas, vacunaciones, servicio dental, rayos x, laboratorio, dispensario, antituberculosa, vigilancia del estado sanitario de su jurisdicción, exámenes a trabajadores, campañas antivenéreas, vigilancia de hoteles, restaurantes, panaderías, transportes de carnes, carnicerías, pasteurizadoras de leche, establos, rastros etc. y Sanidad Internacional. Yo poseía el grado de Comandante de Sanidad Internacional, para revisar los barcos que atracaban en el puerto, para evitar epidemias y contagios que puedan llegar por mar. Entonces como se exportaban por Ensenada muchos miles de toneladas de algodón, teníamos en ocasiones de 5 a 6 barcos cargueros extranjeros al mismo tiempo, a los que el Comandante de Sanidad Internacional, yo entonces, debía visitar en altamar para revisar su documentación sanitaria y examinar el estado de salud de tripulantes y pasajeros, para ello, tenía que presentarme de uniforme azul marino, saco cruzado con botones dorados, charreteras con 4 barras paralelas, kepi blanco con escudo y leyenda de Sanidad Internacional México. Hasta después de la visita y si se encontraba con todo orden, podían pasar los aduaneros, agentes de migración y agentes del barco.
En alguna ocasión arribó a Ensenada el yate del hijo del Dictador Trujillo, de la Isla de Santo Domingo, Radamés Trujillo, quien no creyó necesario sujetarse a los reglamentos internacionales,, por lo que me vi obligado a impedirle con los aduaneros y agentes de migración armados, pues todas estas autoridades incluso El Ejercito y La Marina, son auxiliares de Salubridad en casos especiales, lo que se llama “La Libre Plática”, es decir la autorización para bajar a tierra. Entendió Trujillo que no podría tocar Ensenada si no se sujetaba a los reglamentos y pidió la visita de Sanidad.
En 1966 había en la ciudad una enorme cantidad de perros sin dueño y se presentaron dos casos de rabia humana, que desgraciadamente fallecieron en medio de atroz desesperación. La Secretaría de Salubridad logró el apoyo de la Oficina Sanitaria Panamericana para instaurar en la frontera norte de nuestro país un programa para el control de la rabia.
En la parte trasera del centro de salud con apoyo económico de la Oficina Sanitaria Panamericana construí una perrera con jaulas individuales para observación de animales sospechosos o que hubieran mordido a alguna persona, jaulas colectivas para perros callejeros y un pequeño horno, donde se eliminaban con bióxido de carbono a aquellos animales que no eran reclamados por sus dueños o que simplemente no tenían dueño.
Se recolectaron diariamente perros callejeros, pero su número era tan grande que no avanzaba gran cosa en disminuir la población canina, por lo que propuse a la Secretaría efectuar una campaña masiva de eliminación en las calles, para disminuir efectiva y rápidamente gran número de animales sin dueño. La Secretaría aprobó de “palabra”, no por escrito mi proposición, pues si había algún accidente el responsable sería yo, no la Secretaría. Me jugué el albur, organicé brigadas mixtas de infantería de marina con personal del Centro de Salud y todos los días de madrugada, salían las brigadas bien provistas de albóndigas de carne rellenas de estricnina. Se dividió la ciudad en sectores y en formas de abanico desplegué al personal, seguido a una cuadra de varios camiones de basura del Ayuntamiento. El enorme riesgo que corríamos era que alguna albóndiga envenenada fuera comida por algún niño que la encontrara; fueron casi dos semanas que no dormí por el temor que algo saliera mal.
Cálculos aproximados hicieron llegar a 12,000 perros eliminados, sin tener que lamentar ningún accidente. Claro que algunas gentes y periódicos me bautizaron como “mataperros” y llegaron a amarrarme perros muertos en la defensa de mi auto. Como la campaña fue un éxito, en el boletín de Salud Pública de enero de 1968 me publicaron un trabajo que presenté resumiendo la campaña, pero disminuyeron el número real de animales eliminados para no provocar demasiadas críticas de los clubes defensores de los animales.
Asimismo, la Secretaría de Salubridad y la Oficina Sanitaria Panamericana me enviaron a Houston, Texas, a un Congreso de Salud Pública Internacional, donde expuse en pláticas, con diapositivas, películas tomadas en mis capturas gráficas, lo hecho en Ensenada para la disminución de la población canina de animales sin dueño. Fui ampliamente felicitado. A dicha conferencia me acompaño Kity y como no era gran cosa el volar a Houston, nos fuimos antes con algunos amigos a Yucatán, de ahí volamos Kitty y yo a Nueva Orleáns donde estuvimos varios días y finalmente arribamos a Houston.
Estimados lectores, con esto terminamos parte de la semblanza de un Médico, un personaje que se enamoró de Ensenada, aquí hecho el ancla, se casó con una Ensenadense, crearon una familia integrada por personas positivas que aportan lo mejor de si mismos a la comunidad como el mejor tributo a su Padre y Madre...     


CRONICAS ENSENADENSES 6 DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. SEGUNDO TOMO.
Heberto J. Peterson Legrand

En el transcurso de nuestras vidas sabemos donde nacemos, pero no imaginamos por que caminos habremos de transitar, y todo ello se convierte en un cúmulo de experiencias que nos permite ir conociendo la condición humana y con ello se va construyendo esa historia personal y social en la que nos vemos envueltos, a veces provocando y empujando los acontecimientos y a veces empujados por ellos...
El Dr. Pedro Loyola Lucq, observador de su entorno y actor en muy diversos escenarios nos sigue platicando en sus “Memorias” de  otras vivencias más: y titula otro de sus capítulos “Espionaje:” y comenta: “ Varios años después de haber terminado la Segunda Guerra Mundial, fue encontrada en la Sierra de San Pedro Mártir una estación inalámbrica abandonada, pero aún en posibilidad de trabajar, se ignora quién o quienes la montaron y utilizaron, pero por las características de las torres y el secreto de su erección y funcionamiento, se piensa que los que las levantaron y las operaron o eran alemanes o partidarios de ese país.
Las mencionadas torres fueron traídas a Ensenada y levantadas en la manzana situada entre las calles 5ª. y 6ª y Miramar , donde por muchos años estuvieron dando servicio inalámbrico con el centro del país.
En la década de 1930 las costas de Baja California pululaban de pescadores japoneses establecidos en la zona. La pesca estaba en sus manos y había en esta ciudad otros muchos de la misma raza dedicados a pequeños ranchos, comercios, fotografía, etc. Es de suponerse que la mayor parte de ellos eran espías del Imperio del Sol Naciente.
En la Ave. Gastélum y casi esquina con la calle Primera, existía en ese entonces la fotografía de un japonés llamado Harry Tai, quien vivía con su familia, compuesta por su esposa, dos hijas jovencitas y un niño de unos 6 ó 7 años. Harry Tai era alto, bien parecido, educado y ceremonioso como los orientales.
Tuve la oportunidad de atender a la familia como consecuencia de un serio accidente automovilístico en la Cuesta del Carmen de la carretera libre a Tijuana. El niño cerró la llave del encendido en la bajada, inmovilizando la dirección y toda la familia se fue al barranco. Murió inmediatamente el menor, una de las hijas se luxó un hombro aparte de golpes y heridas, la otra hija y Harry salieron más o menos bien librados, en cambio la esposa de Tai sufrió fractura en la espina dorsal, de ambas piernas y del brazo izquierdo. Fueron trasladados al Hospital Civil, del cual en ese entonces era yo el Director y como no había en la ciudad ningún traumatólogo, tuve que hacer lo que pude para ayudar a la Sra. Tai. Improvisé con cuatro barrotes y poleas una cama de lona fuerte, para poder tener inmóvil a la Sra. y poderla asear, pues además de las fracturas hubo que practicarle un legrado pues estaba embarazada de 3 ó 4 meses y el producto falleció en el accidente. Estuvo enyesada bastante tiempo, pero conseguí que sus fracturas soldaran y con cierta dificultad volvió a caminar con muletas.
Al atacar Japón en diciembre de 1941 a Pearl Harbor, México ordenó la concentración de todos los japoneses que habitaban la Baja California a Guadalajara y otras ciudades del interior, pues se temía y con razón que pudieran ayudar a sus paisanos en un ataque a Estados Unidos, usando como trampolín a la Baja California. Años después tuve noticias ciertas de que Harry Tai el humilde fotógrafo de Ensenada, era Almirante de la Armada Imperial y primo cercano del Emperador Hirohito.
En otra parte y en relación con la Guerra sigue comentando: “ El General Cárdenas vino a tomar posesión  de la Jefatura de Armas de la 1ª. Zona Militar y hubo de acceder a que cada determinado número de kilómetros por las costas se pusieran partidas de militares mixtas, mexicanos y americanos con equipo de radar americano y artillerías del mismo origen, pues los Estados Unidos pretendían invadirnos para proteger el sur de su país. Con tal motivo, se organizó la población de Ensenada para el caso de una invasión por parte de Japón.
Se declaró la ciudad en estado de alerta, no se permitía ninguna ventana iluminada o luz cualquiera, el alumbrado de las calles estaba apagado, los pocos autos que circulaban tenían los faros tapados con papel negro y sólo una pequeña rendija vertical se veía, se nombraron jefes de manzana con la obligación de evitar que ningún rayo de luz se escapara de las casas a las tinieblas del exterior. La población masculina de los 18 a los 60 años recibía instrucción militar diaria; se formó un numeroso grupo de jóvenes ensenadenses a quienes se adiestró como pilotos de avión ( Pancho Zárate, Boby Salazar, Jorge Hernández, etc.).
A mi se me encomendó organizar y adiestrar a un numeroso contingente de muchachas para enseñarles algo de enfermería y primeros auxilios, haciéndose la distribución por zonas y dotándolas de botiquines elementales.
Se inició en la salida de la Calle 10 una cueva como refugio antiaéreo para la población civil, dicha cueva la utiliza actualmente Bodegas Santo Tomás como CAVA.
Las comunicaciones con el centro del país no existían, el servicio de cabotaje se suspendió. La comunicación a Sonora por carretera y por ferrocarril aún no existía y por avión mucho menos.
Los Estados Unidos estaban racionados por su esfuerzo de guerra y nosotros más racionados aún, rara vez se conseguía leche, ropa, gasolina etc. No nos moríamos de hambre, pero si hubo mucha escasez de todo.”.


CRONICAS ENSENADENSES 2 DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. SEGUNDO TOMO.
Heberto J. Peterson Legrand

En otro escenario de su joven vida, el Dr. Pedro Loyola Lucq vivió algo de la experiencia Cristera y nos cuenta: “ La guerra Cristera que azotó el centro del país debido a la intransigencia de los gobernantes y de algunos obispos, estaba en todo su apogeo en 1928, año en que me mandaron a México a continuar mis estudios de preparatoria..” y agrega más adelante: “...era muy común ver colgados de los postes de telégrafos paralelos a las vías de ferrocarril ( entonces el único medio de movilizarse rápidamente de un lugar a otro ), a los cadáveres de los cristeros con la lengua negra y salida, devorados por los zopilotes...” y sigue diciendo más adelante: “ Los convoyes de los trenes en esa trágica época, llevaban un pequeño reten de 6 a 8 soldados y un sub-oficial en cada carro de pasajeros y aparte al final del tren una góndola blindada con un mayor número de soldados. Cercanos ya a la Cd. de Querétaro y en plena tarde, los cristeros volaron con dinamita puesta sobre la vía, la góndola del tren en que nos encontrábamos; dicha góndola quedó hecha pedazos, la mayoría de los soldados que iban ahí resultaron muertos o heridos y casi todos los carros del tren se salieron de la vía por la explosión; atacaron los rebeldes el tren, pero los soldados que iban en cada carro se parapetaron en los mismos para repeler el ataque, mi tocayo y yo después del susto nos tiramos en el piso del carro que por cierto era de los antiguos todos de madera, y entre escupideras volteadas y otras cosas nos quedamos un buen rato oyendo los tiros y el silbar de las balas. El tren no fue tomado, porque la explosión se oyó a lo lejos y al poco rato llegó un tren artillado en auxilio, que puso en fuga a los atacantes. Mi tocayo y yo solo sacamos el susto y las manchas en los trajes por haber estado pecho a tierra. Hubo más de 20 muertos sobre todo entre los soldados de la góndola, algunos pasajeros y un buen número de heridos.
En la misma época incursionaba por varias partes un famoso guerrillero, el padre Gorostieta, llegó en alguna ocasión a “Juriquilla”, hacienda de mi familia, llevándose caballos, alimentos y el dinero que podía encontrar. El padre Gorostieta tenía en jaque a varios regimientos del ejercito que lo perseguían, y los hacendados se veían asolados por unos y otros, pues los rebeldes por “la causa” se llevaban como antes dije, todo lo que podían y cuando llegaban las tropas barrían con lo que había quedado, para que no se pudiera ayudar a “la causa”.

Juriquilla, era casi un castillo feudal, tenía una alta muralla totalmente de piedra de unos 6 ó 7 metros de altura que circundaba la hacienda y aparte había garitones a la entrada y troneras por todo lo alto; durante la guerra cristera en vista de que con frecuencia llegaban los alzados, hubo que ponerse parte de un regimiento de caballería asentado en la finca. Era costumbre que los sábados por la tarde se pagaba a los trabajadores que eran cerca de 300, pues, la propiedad era muy grande. Pensando mis tíos como enviar el dinero de la raya sin que se dieran cuenta los espías cristeros, se les ocurrió que lo llevara yo pues no iban a sospechar de un muchacho que solo y a caballo llevara dinero, así se hizo, y me mandaron un sábado a mediodía con las bolsas de dinero, casi no se usaban los billetes entonces, llegué sin novedad y la peonada estaba esperando su paga; en eso estábamos, cuando los rebeldes atacaron “Juriquilla” la que era casi imposible de tomar, con los soldados parapetados y la muralla de que antes hice mención. Me subí a los techos de las trojes para ver bien, protegido por las aspilleras, a escasos tres metros de donde me encontraba de mirón, estaba un soldado haciendo fuego contra los atacantes. En algún momento que decrecieron los tiros se incorporó sobre la muralla, tal vez para precisar el lugar de donde hacían fuego, con tan mala fortuna que no se había incorporado completamente, le dieron un balazo en la frente y cayó muerto con la cabeza totalmente abierta, al ver la muerte de aquel pobre señor pensé inmediatamente que el pleito no era conmigo y que yo salía sobrando allá arriba, por lo que más que corriendo bajé la azotea y me introduje a la casa grande; al poco rato los atacantes se convencieron de la inutilidad del combate y nos dejaron en paz. Las siguientes semanas la raya ya no la llevé yo, sino elementos de la guarnición de la plaza”. 
CRONICAS ENSENADENSES 4 DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. SEGUNDO TOMO.
Heberto J. Peterson Legrand

Después de las desafortunadas experiencias en Tamaulipas y Guerrero y ya en Mexicali a donde llegó dos días antes de finalizar el año de 1938, nos sigue contando en sus “Memorias”: “ A principios de enero, instalé mi consultorio en una botica de la chinesca y empecé a trabajar, le escribí a don Rodolfo Sánchez Taboada informándole de mi regreso y poniéndome a sus ordenes. Poco a poco empecé a tener clientela y una mañana llegó a mi consultorio uno de los jefes de la tribu Cucapah, como la mayoría de ese grupo étnico, era de aventajada estatura, fuerte y musculoso, llevaba a uno de sus hijos, un muchacho de unos 16 ó 18 años igual de alto y fornido que el padre, el que me dijo “ Aquí traigo a mi hijo que se clavó una estaca en la barriga para que lo cures”, recosté al muchacho en la mesa de curaciones, le quité un señidor sucio y sudado que traía enredado en la cintura y me encontré al lado del ombligo una herida penetrante de vientre,...” el Dr. Loyola le sugirió llevarlo al hospital- en aquel tiempo no se conocían los antibióticos y apenas se iniciaba el uso de los sulfas- y el Dr. Nos sigue diciendo: “ no aceptó el jefe mi sugestión, me dijo cúralo aquí como puedas, si vive que le sirva a ver si se le quita lo...
Lavé la herida y el intestino con suero, desinfecté lo mejor que pude  y suturé sin anestesia los bordes de la herida, no escuché ningún quejido del muchacho, lo vendé y salió como había llegado, caminando, y con la expresión hermética de cara como es costumbre de estas gentes, le advertí al padre los peligros que corría el muchacho y le sugerí que me avisara en 2 ó 3 días. Pasaron 8 días y no había vuelto a saber nada del herido, por lo que pensé que había fallecido. Más o menos una semana después de la primera visita, se me apareció de nuevo padre e hijo, esta vez sonrientes ambos, sin poder explicármelo la herida estaba cicatrizada, no había ocurrido ninguna complicación y el muchacho estaba curado, quité los puntos; se fueron agradecidos cubriéndome mis módicos honorarios y el jefe me obsequió un bastón labrado y adornado con plumas y jeroglíficos, de los que usaban sus tribus en ceremonias, bastón que desafortunadamente me robaron tiempo después.”.
A finales del mes fue llamado Loyola de urgencia para atender al Gobernador que se había puesto malo. Le sugirió que se trasladara a la cd. De México para un periodo de recuperación y el Dr. Pedro Loyola lo acompaño y una vez dejándolo instalado regreso a Mexicali.
Poco tiempo después nos dice Loyola: “ ...por órdenes de él, me ofrecieron la Dirección del Hospital Civil de Ensenada, cargo que acepté de inmediato, pues me encantaba el lugar, y así fue como llegué a Ensenada en febrero de 1939. Seguí teniendo muy buena amistad con Rodolfo, no solo mientras estuvo como Gobernador sino hasta su muerte, existe un hecho que pocas gentes saben, Don Rodolfo fue quitado del gobierno de Baja California, por no atender una orden presidencial, en la cual se le ordenaba ceder a Sonora parte de la zona situada entre Mexicali y San Luis Río Colorado, terrenos que no le correspondían a Sonora; Baja California los consideraba parte de su territorio.
El Presidente, creo que ya era en ese entonces Avila Camacho, expidió un decreto otorgándoselos graciosamente a Sonora y ordenando al gobernador del Territorio de Baja California, los entregara. El Gobernador, defendiendo la integridad del territorio a su cuidado, rechazó fundadamente el decreto por improcedente, y por segunda vez se lo ratificaron y por segunda vez lo rechazó. Poco tiempo después lo revelaron del cargo de Gobernador y posteriormente fue Presidente Nacional del P.R.I., y a continuación Ministro de Marina”
En otras parte nos sigue platicando Loyola: “ Cuando estuvo en la Marina, en uno de mis viajes a México fui a saludarlo y el que me introdujo a su despacho era el joven abogado de nombre Luis Echeverría, posteriormente Presidente de la República e iniciador de la “ docena trágica” junto con JoLoPo, José López Portillo. Echeverría era secretario de Don Rodolfo, en esta vez lo saludé brevemente, pues tenía muchas personas haciendo antesala, me despedí para no quitarle el tiempo y me invitó para el día siguiente a desayunar juntos. En la mañana de ese día me presenté a las 9: 00 Hrs. A la cita, y a los pocos minutos bajamos por el elevador privado, tomamos asiento en el auto y disponiéndonos a salir, llegó Echeverría con varios oficios que pretendía eran urgentes y quería que Don Rodolfo firmara antes de ir a desayunar. Don Rodolfo montó en cólera y mandó a Echeverría con cajas destempladas, agregando algunas palabras que no puedo escribir, nos encaminamos en el auto al restaurante Lady Baltimore, cerca de Samborn’s y como yo notaba que el berriche ya se le iba pasando, le pregunté a Don Rodolfo por que tenía a Echeverría tan cerca si era tan terco y textualmente me dijo: “ como trabajador es excepcional, es incansable, lo ayudé a que estudiara y lo tengo conmigo en parte por lastima y en parte por servicial y sumiso”, Echeverría entonces y después engaño a Don Rodolfo y a Díaz Ordaz, llegando a la Presidencia de la República donde cambió su personalidad, iniciando el periodo trágico...”
En otra de las visitas que hizo Loyola a Sánchez Taboada, al salir en el pasillo se encontró con Braulio Maldonado y éste le dijo: “ Voy a ser el 1er. Gobernador del Estado de Baja Califoria y necesito tu ayuda”, creo que me lo dijo-sigue diciendo Loyola_ porque acababa de ver la preferencia que Don Rodolfo tenía conmigo, no le di importancia a lo que Braulio me dijo y como es de cajón le dije: Si Braulio en lo que pueda ayudarte, estoy a tus ordenes”
Regresé a Ensenada sin pensar en las palabras de Braulio Maldonado ni en mi promesa de ayuda. Poco tiempo después, empezó a tomar formalidad la posibilidad de que Braulio llegara al poder y varios de sus amigos empezaron a visitarme con asiduidad llevándome regalitos, pensé que la cosa iba más en serio de lo que lo había tomado y no tuve que esperar mucho tiempo, pues a los cuantos días llegó Braulio y empezó a formalizar la cosa política, fui propuesto para Diputado local para el Distrito de Ensenada. Se hizo la campaña de rigor y legalmente gané con amplísimo margen de votos sobre mi oponente. Mi suplente era Alfonso Garzón Santibáñez, actualmente líder agrario de la C.C.I. a nivel nacional.
En la primera ocasión que vi a don Rodolfo siendo ya Diputado en el primer Congreso del Estado, me dijo: “ Eres un tonto, tú no eres para estos chismes, y no debías haberte metido en la política “, desgraciadamente me conocía mejor que yo mismo y acertó en su pronóstico, pues como Diputado me fue tremendamente mal”


Cronistadeensenada.blogspot.com/
Correo electrónico: Petersonheberto@hotmail.com
    

  

domingo, 10 de diciembre de 2017

CRONICAS ENSENADENSES 1 DR. PEDRO LOYOLA LUCQ. SEGUNDO TOMO
Heberto J. Peterson Legrand

En diciembre de 1986, el Dr. Pedro Loyola Lucq, primo político y persona muy querida por mí, y no se diga para muchas generaciones de Ensenadenses, tuvo a bien obsequiarme sus “ Memorias” que son el testimonio de un hombre valioso y valiente, de un ameritado profesionista que dejó huella y que en reconocimiento a su fecunda labor se le puso su nombre a una muy importante avenida de nuestra ciudad que corre desde la avenida Adolfo López Mateos, a un lado de la Secundaria Prof. Héctor Migoni Fontes, hasta la Avenida Westman que colinda con la zona militar del Ciprés.
Un hombre culto, amante de los libros, de fácil verbo, era grato escucharlo disertar sobre diversos tópicos y además era poseedor de un fino sentido del humor...
La información que mis estimados lectores lean en los varios artículos que les obsequio  esta obtenida de las “Memorias” de éste ilustre galeno.
Cito textual: “ Llegué a esta ciudad en 1939, como Director del Hospital Civil , inaugurado poco tiempo antes por el Dr. Raúl López Engelkin su fundador y primer Director.
El hospital de aquel entonces tenía tres enfermeras, una afanadora, cocinero y un administrador y boticario a la vez, los médicos éramos dos. Carecíamos de sala de operaciones, de sala de maternidad y sala de expulsión; solo había sala de hombres y de mujeres y tres cuartos de recuperación. Tócame la suerte de hacer la sala de operaciones que estuvo funcionando hasta hace pocos años. También construí el pabellón de maternidad con su sala de expulsión ...”
Hago la aclaración de que elegí textos de las “Memorias” y ordene según mi criterio, pues me es imposible transcribir la obra completa.
Contrajo nupcias con la Srita. Esperanza Peterson Cota a quien cariñosamente se le conocía como Kity , hija de Don Alfonso Peterson Gutierrez, hijo del Dr. Bertram H. Peterson e hija de Doña Esperanza Cota, hija del Lic. Enrique Cota, ambas familias pioneras de Ensenada.
El Dr. Pedro Loyola Lucq, atendió más de 10,000 partos y por cierto en el desarrollo de mis artículos iré transcribiendo algunas anécdotas para que como dice Loyola en la introducción de su obra: “ espero que se diviertan un poco a mis costillas...”
Cito: “ Una tarde atendía un parto difícil en una casita cerca del kequi y me vi en la necesidad de aplicar fórceps. La paciente en su cama fue sujetada de sus piernas por familiares y otro de ellos siguiendo mis instrucciones le proporcionó un poco de éter en un algodón sobre la nariz y boca, me instalé a los pies de la cama, puse el fórceps y empecé a jalar. El piso de la recamara estaba cubierto de linóleum, el cual estaba mojado y resbaloso; al hacer el último esfuerzo para sacar a la criatura  con el fórceps, me resbalé y caigo que no caigo con el fórceps en la mano fui a dar contra la ventana, la rompí y caí al jardincillo de enfrente de la casita, sin hacerme daño, sin soltar el fórceps, pero si habiendo soltado en la cama al niño. Gracias a Dios no hubo nada más que lamentar que los vidrios rotos, pues tanto la mamá como el niño, estaban vivos y bien”
Retrocedamos en el tiempo para seguir a nuestro personaje como estudiante: Cito: “ Principié mis estudios de Médico Cirujano, en la vieja casona de la Plaza de Santo Domingo de la Ciudad de México. La casa en sus orígenes fue ocupada por la inquisición en los tiempos de la Colonia, en 1932 era el asiento de la Facultad Nacional de Medicina de la Universidad Nacional de México.
Mis estudios de preparatoria los había hecho en la misma Ciudad de México, en el Colegio Francés de la Avenida Morelos de los hermanos Maristas, que estaba catalogado entonces como una de las mejores y más costosas escuelas privadas”.
En otra parte dice: “ Mi situación económica durante el primer año de medicina era estrecha, pero contaba con casa y comida y algo de dinero que me mandaba mi papá...” Ya en el segundo año su papá, debido a problemas económicos le pide que se regresé a Querétaro, de donde era originario, pero sigue diciendo Don Pedro Loyola: “ Yo no quería truncar mi apenas iniciada carrera porque consideraba que yéndome a Querétaro no tenía ningún porvenir. Fui a ver a un tío mío, el Ing. José Fernández de Jáuregui que trabajaba en el Gobierno del Distrito de la Cd. de México y le expresé mi situación, me pudo ayudar con un nombramiento a la lista de raya como cadenero de una de las cuadrillas de trabajo de la ciudad de México, el sueldo aún para aquel entonces era miserable, $ 1.65 diarios, algo así como $ 49,50 al mes, pero con ellos pude subsistir y continuar con mis estudios...” más adelante sigue diciendo: “ Mi trabajo como cadenero era bastante pesado, pues tenía entre otras cosas, que contar y ubicar en los planos todas las alcantarillas, pozos de visita, etc., del sistema de drenaje de la Ciudad de México y sus delegaciones, naturalmente, conocí a toda la Ciudad de los Palacios por todos rumbos, pero a pié...” 


CRONICAS ENSENADENSES

JOSE EMILIO PACHECO

Heberto Peterson Legrand

Con motivo de la ausencia de mi esposa, que anda en la ciudad de Monterrey Nuevo León y estando sólo en casa llegó la hora de comer, y después de pensar en distintos restaurantes fui a dar al Halliotis, del cual soy cliente desde que se abrió y siempre he sabido valorar la manera tan afable y fino trato que mi familia y yo hemos recibido, amen de la buena cocina.
Debido al hecho de haberme atiborrado de antibióticos, mi estomago lo traigo dañado y además andaba un tanto desconcentrado y con el ánimo algo decaído...
Estaba disfrutando de un exquisito filete de salmón bañado con una salsa de camarones, cuando al levantar la vista divise a Olga Angulo, escritora y entusiasta impulsora, entre otras actividades, de la literatura en el Instituto de Cultura de Baja California, donde es una funcionaria muy valiosa y amiga muy querida. Olga venía acompañada del famoso escritor José Emilio Pacheco-ensayista, cuentista, novelista, traductor, catedrático,  y al llegar hasta donde estaba yo tuvo la amabilidad de presentármelo. El, muy sencillo me saludo, intercambiamos breves palabras, de momento se retiró y regresó disculpándose porque no se había despedido. Un hombre de caminar desgarbado, sencillo en su vestir y nada complicado.
Olga me invito a que los acompañara a un café después de mis alimentos.
Llegué a su mesa y de inmediato me sentí muy bien acogido. José Emilio Pacheco comenzó a platicar abriéndose y dando confianza. Me impacto el poder apreciar como un hombre que es hoy por hoy una de las joyas de la literatura mexicana, ganador de distintos premios: José Donoso (2001), Octavio Paz (2003 ), Pablo Neruda, (2004 ), Ramón López Velarde, ( 2003 ), Alfonso Reyes, ( 2003 ) y Federico García Lorca en (2005 ), y maestro en varias Universidades de México, Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, era tan sencillo, tan familiar, sin poses, yo creo que no conoce la palabra soberbia, se ve que es un hombre profundamente humano.
Era tan poco el tiempo de que disponía que picamos de todo, yo desde luego, preguntando y escuchando para disfrutar de las vivencias de aquel hombre que convivió con Octavio Paz, que lleva amistad con Carlos Monsiváis, amigo de Gabriel Said conocido por sus ensayos y obra poética pero cuyo rostro es desconocido, conoció a Arreola el autodidacta de cultura universal.
Conoció a José Vasconcelos, dejó sentir que le impacto su personalidad y siente una profunda admiración por él.
Primera vez que estaba en Ensenada, comentó que una de sus hijas estaba haciendo o hizo un trabajo sobre el filibustero William Walker que estuvo en Ensenada en 1853-54 a quien Antonio Meléndrez, nuestro héroe, logró sacar de estas tierras.
Es Don José un comensal amante de los mariscos, lo dijo y vi como los disfrutaba. Degustamos un exquisito vino Mazouzet y me comento que la familia eran sus parientes. El vino le encantó y lo disfruto a plenitud.
El tiempo paso demasiado aprisa y nos falto tiempo para exprimirlo, para sacarle más de esa riqueza que guarda pero que esta dispuesto a compartir. Me dio la impresión de ser un hombre generoso.
Por causas de fuerza mayor no me fue posible asistir a CEARTE a su presentación, más le agradezco a Olga su fineza de haberme dado la oportunidad de conocer a un hombre que oculta detrás de su sencillez su Grandeza.



CRÓNICA ENSENADENSE.
RECUERDOS QUE AFLORAN
Heberto J. Peterson Legrand

Después de una siesta que el cuerpo me pidió, me quedé acostado disfrutando de aquel relajamiento que permitió que comenzarán a aflorar los recuerdos de una etapa de mi vida allá por la década de los cincuenta del siglo pasado.
Era un día cualquiera como muchos más. A las 7:30 horas me mandaron a la Panadería “ El Progreso” que estaba ubicada en la avenida Ruiz entre las calles siete y ocho en un callejón del lado izquierdo del mercado “Progreso” para comprar pan bolillo recién horneado para el desayuno y que olía delicioso. Nosotros vivíamos en la calle 10 entre Moctezuma y Obregón. En ese tiempo no había automóvil y todos mis desplazamientos eran a pie.
El desayuno: Un par de huevos fritos con tocino, el bolillo untado de mantequilla y la taza de café “combate” desayuno delicioso…..hoy….prohibido.
Generalmente siempre andaba sin dinero, a veces lo más indispensable para un helado, un dulce o para entrar al cine.
En ese tiempo la mancha urbana de Ensenada era pequeña, llegaba hasta donde está la calle Soto, La Cementera se veía a lo lejos sola, todavía no había ni colonias ni fraccionamientos y es hasta 1955 que se inicia la construcción del Palacio Municipal junto a la Avenida Reforma, y todo ello detono el crecimiento de aquella zona.
Poco antes de mediodía mi Padre nos mandaba a mi gemelo Humberto y a mí a la librería Ramírez a comprar los periódicos locales y el San Diego Unión y el Examener Time de los Ángeles, ambos en inglés. Esto era en tiempos de vacaciones o los fines de semana ya que en tiempos de escuela acudíamos temprano a la “Héroes de Baja California” contigua al “Colegio México” que es una escuela de Religiosas.
Las tardes acostumbrábamos ir mucho al cine y las opciones eran el cine México ubicado en la esquina de la calle Ruiz y séptima a un lado de la escuela “La Corregidora” fundada en 1922; el cine “Ensenada” localizado en la avenida Ruiz esquina con la calle quinta hoy avenida Juárez; el cine “Maya” ubicado en la calle cuarta entre Avenida Ruiz y calle Obregón y el cine “Anza” en la calle Obregón esquina con calle Quinta. En ese tiempo además de noticieros y episodios se proyectaban dos películas. Siempre había gente en los cines ya que Ensenada no contaba con canales de televisión y era una costumbre muy arraigada de los porteños acudir a las salas de proyección donde además teníamos la oportunidad de encontrarnos a conocidos y personas estimadas por uno.
Me tocó disfrutar mucho las películas famosas de aquellos años: Roy Rogers, Happalong Cassidy, Long Ranger, Gene Autrey, Vaqueros cuyas aventuras nos emocionaban, no se diga las relacionadas con la Segunda  Guerra Mundial 1939-1945  y otros géneros cómo comedias y de espionaje.
Ya en casa y después de cenar salíamos a los patios traseros de nuestra casa y vecinos para con los amigos jugar imitando a los personajes de las películas siempre en movimiento desplazándonos de un lugar a otro moviendo nuestros cuerpos y gastando nuestras energías.  Éramos muy distintos a nuestros nietos que los ve uno con los pequeños aparatos modernos, inmóviles, absortos, aislados a pesar de estar rodeados de personas…
Después de un buen baño llegábamos a la cama exhaustos a dormir Profundamente.    

  
CRONICAS ENSENADENSES
(Segundo Tomo)

DR. AURELIO LEON PTACNIK
(Homenaje póstumo)

Felicito a CEARTE por la feliz idea de rendirle un homenaje póstumo con la digna y de seguro excelente intervención de Santos Cota, David Martínez y Ernesto Rosas a un extraordinario músico, hijo de Ensenada con quien nunca perdió el cordón umbilical, siempre la amo y aquí tenía  sus grandes Amores: Doña Celia Ptacnik, Vda. del Dr. don Aurelio León, ambos fallecidos,  sus hermanos Humberto, Armando y sus familiares.
 Aquí brotó a la existencia un 11 de septiembre de 1945 y entregó su alma al Creador apenas el pasado 27 de mayo del presente año con una vida llena de vivencias, de bellas experiencias y profundos estudios en el bello arte de la música.
Entrañables amigos de toda la vida, vivíamos en el mismo barrio, él en la esquina de la calle Obregón y Once y yo en la avenida Diez entre Obregón y Moctezuma.
Cuando se fue a la ciudad de México a perfeccionar sus estudios pocas veces lo vi. Recuerdo hace algunos años que visité la ciudad capital le hablé y nos fuimos a desayunar y platicamos largo y tendido recordando aquella Ensenada que nos tocó vivir en la década de los ’50.’60…del siglo pasado.
Aurelio nunca perdió la sencillez y podía uno platicar con él llanamente o sostenía un dialogo culto, lejos de toda soberbia o engreimiento alguno.
Egresado de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, y Diplomado por la Escuela Estatal Superior de Música de Friburgo en Alemania con maestros de la talla de Edith Picht-Axenfeld y Clause Shilde en Munich, dominando ya para entonces el idioma alemán.
Ha dado conciertos de piano en México, Cuba, Alemania, Holanda, Cuba, Costa Rica, Uruguay, Colombia y Estados Unidos.
Impartió cursos en distintos países y ciudades del nuestro y tiene numerosas composiciones que es imposible enumerar en tan corto espacio.
Se le otorgaron alguno Premios y Distinciones: Primer Lugar en Concurso de Piano organizado por la UNAM en 1965; Primer lugar en concursos de Piano organizados por el INJUDE en 1966 y 1967.Becas Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) 1971-1974; 1989-1980; 1986-1987.Mención Honorifica Examen profesional para obtener el título de maestro en Música-Piano 1971.
De 1967 a 1970 estudio una Licenciatura en Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM., Fue un hombre culto con avidez por conocer, se conjugaban en él el filosofo y el Músico siempre tratando de desentrañar el por qué de las cosas, buscar sus últimas causas…
Recuerdo hace aproximadamente unos 6 o 7 años que vino a obsequiarnos con un concierto en una de las Vitivinicolas, venía acompañado de su colega y querida amiga Adriana Sepúlveda. En ese tiempo estaba yo como director de la Casa de La Cultura y un día me llegó a solicitar si le prestaba el piano para ensayar, gustosamente lo hice y a veces me acercaba para escucharlo, era un deleite y cuidaba de no desconcentrarlo, se metía en la música fue un honor tenerlo allí.
Un día antes de las fiestas de la vendimia me llegó a obsequiarme dos boletos, para mi Sra y el otro par mí, no me lo esperaba.
Al día siguiente mi esposa Antonia y yo llevamos a Aurelio y a Adriana, nos ubicaron a los tres en un lugar yo diría que privilegiado por su ubicación.
En esa ocasión nos deleito con música de Wolfgang Amadeus Mozart un concierto para piano y orquesta que deleitaba nuestros oídos y tocaba las fibras más sensibles de nuestro Ser, mientras el fenómeno del crepúsculo nos obsequiaba con un entorno que provocaba cambios en nuestro ánimo, nos extasiaba y nos transportaba a otro mundo.
Nuestro querido Aurelio se nos adelanto en la plenitud de su carrera dejando la huella de su talento.
Ayer se le hizo un homenaje a un gran Hombre en CEARTE, el presente escrito es el modesto homenaje de un hombre sencillo que por motivos de salud no pudo Asistir.   



.
CRONICAS ENSENADENSES
(Segundo tomo)
.
UN VIEJO AMOR
( Merecido tributo a mi esposa)
Heberto J. Peterson Legrand.

Recuerdo aquél lejano 1954 cuando ingresé al Colegio Ensenada, ubicado entonces en la Calle Primera casi a la altura de la calle Soto. El propietario fue el Prof. Don Luis Gutiérrez, era el primer año de existencia del colegio y me vienen a la memoria algunos de los primeros maestros: Prof. Jesús López Gastélum, Prof. José Luis Domínguez, Prof. Edmundo Hirales, Profesora Emilia Legaspy, Ésta última la única Ensenadense y con un prestigio ya ganado.
Cierto día hace su arribo un automóvil Mercury conducido por un soldado de nombre Agustín, y de él se bajaron dos niñas, una de siete años llamada Velia y otra de nueve años llamada Antonia Guadalupe, hermanas de apellido Rodríguez Romero. Yo tenía casi trece años y mis ojos fueron cautivados, a pesar de mi niñez, por aquella niña de 9 años que era verdaderamente hermosa y ya no la pude sacar de mi mente y despertó en mi sentimientos que yo mismo no comprendía….puede un niño de casi 13 años ya enamorarse a primera vista?...
Cuantas veces tuve oportunidad me acerque a ella y obtuve la respuesta que esperaba y aquella “amistad” de niñez que estaba en transición para convertirse en “tierno amor de adolescencia” se iba alimentando como las brasas alimentan el fuego con un calor que nuestra proximidad disfrutaba.
Paso un año, yo estaba en sexto año y ella en cuarto y dada nuestra edad era muy difícil vernos, pero buscábamos la manera ya que ella vivía en el Ciprés, hija de un General, él estricto y yo algo tímido en determinadas circunstancias, aunque llegue a estar en una fiesta que le organizaron en su casa.
Para fortuna era muy amiga de Dalel Nassiff y cuando la visitaba, so pretexto de salir a dar una vuelta pasaban por mi casa y allí la abordaba y platicábamos.
Yo ingresé a la Secundaria Migoni, y en ese año  dolorosamente su familia decidió mandarla a estudiar a Monterrey, Nuevo León, y es allí donde sentí que la había perdido para siempre.
En 1958 durante una fiesta en casa de la familia Anasosa, para mi sorpresa, llegó siendo ya una adolecente de unos 14 años y seguía hermosa y sencilla en su modo de ser. Se ilumino mi rostro y se me salió la baba, no lo podía creer, sólo la vi un momento porque llegaron por ella…
Pasaron los años y yo seguí aquí, anduve de novio con algunas buenas muchachas, yo seguía siendo algo tímido sin dejar de ser alegre y muy bailador, en fin la vida es eso experiencia, siempre fui fiel a la amistad y al noviazgo, el respeto por las damas fue algo que me inculcaron en mi hogar y era algo inherente a mi persona, sin dejar de admirar la belleza en algunas muchachas. Había aquí un señor que era de profesión tornero que tenía una hija alta bella y esbelta y decíamos los muchachos que su hija era su mejor obra…
Bueno, después de retratarme un poco, sigo. Pasaron doce años, yo ya tenía 25 años y estando platicando con mi mamá, el tema era Antonia Guadalupe a quien seguía recordando a pesar del paso de los años y, cuál es mi sorpresa que a la semana siguiente recibo una carta de ella para saludarme, enterarse de cómo me encontraba y saludar a la familia.
Yo me llene de gozo y de inmediato le conteste y le pedí que me mandara una fotografía de ella para ver cómo estaba actualmente. Me contesto mandándome junto a su respuesta una fotografía de ella de un año de edad. Después de la tramposa fotografía le mande una de un año también pero junto a mi gemelo Humberto. Ella no se esperaba la respuesta broma sencilla contra broma doble…ya después me mando fotografías actualizadas y me pude percatar de su belleza, sus ojos me fascinaron, tenían una expresión que me cautivo.
Transcurrió ese 1966 y nos estuvimos frecuentemente escribiendo-casi todos los días- y conservamos aún en una caja las cartas de aquella romántica época.
Por fin en marzo de 1967 me fui en tren a México, D.F. donde vivía. El día que llegué fueron por mí: Mi suegra, Velía mi cuñada, Esperanza, una amiga y Antonia. Al verla y estrecharla por primera vez en mis brazos sentía que me robaba un pedazo de cielo. De la estación nos trasladamos en vehículo a su casa sentándonos atrás sólo Antonia y yo y…en el trascurso del camino no pudiéndome contener le expreso mis sentimientos, mi amor y me le declaro. Su respuesta fue un sí que me supo a gloria. Nos gustábamos  pues ya en las cartas nos habíamos identificado y manifestado nuestro mutuo amor. Para mí no era difícil ya que era muy bella y dulce y, yo tuve suerte con eso de que “el amor es ciego”. Estuve 15 días en México capital, salíamos a caminar, a tomar café con pastelito a cenar y a platicar sobre infinidad de cosas, hacer proyectos, elaborar planes y juntos soñar  mientras nuestras almas se estrechaban cada día más, el romanticismo invadía nuestro espíritu y todo era color de rosa.
Ella decía que en mis cartas me retrataba, me trasparentaba, me sentía sincero y desperté en ella sentimientos que desconocía y fue aprendiendo a amarme cada día más y más.
Llegó el no deseado día de partir, me regresé en autobús sin dinero… ella no lo sabía… y me hizo unas  galletitas que me comí junto con un jugo la primer noche y el resto del viaje tomaba agua, no sé cómo le hice, llegue a casa de una tía, devore unos tamales con frijoles y seguí mi viaje e Ensenada, juventud y amor iban de la mano, el amor nos hace hacer lo indecible.
Pasaron siete eternos meses, llamadas telefónicas incontables, mucho dinero erogado. Logre, con el apoyo de mi hermosa Madre dar el enganche para una casa en la Ampliación Moderna, en la calle Atenas.
Llegó octubre y a finales salí en el último o uno de los últimos vuelos de Mexicana de Aviación en un DC6 a México ( primera vez que volaba) y llegue el 30 de Octubre.
Nuestra boda fue el 4 de Noviembre de 1967en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán en la Capilla de la Virgen del Rayo.  Nuestra primera noche estuvimos en la capital en el Hotel Alameda donde nos entregamos por primera vez el uno al otro sin haber pertenecido antes a nadie más.  Al día siguiente volamos a Guadalajara, nos hospedamos en el Hotel Roma, Había un pésimo tiempo al grado que tuvimos que dejar pagado tres días más de hotel. Estuvimos en el Lago de  Chápala donde el agua se había salido de nivel, fuimos a bailar a un restaurante llamado El Rincón de Toño Nañes donde había bella música de cuerdas y allí bailamos por primera vez, ya que en nuestra boda no hubo tal
El Hotel era muy singular pues, independientemente de que tenía los controles de las luces en lo que podríamos llamar los lugares normales, los tenía además en la cabecera de la cama. Nos acostamos y con cualquier movimiento de los enormes almohadones se encendían una u otras luces y teníamos que sentarnos, reconocer aquellos contactos cóncavos incrustados en la cabecera, fue aquello un circo, nos sentamos a reír a carcajadas pensando que no sólo en las películas sucede eso, fue verdaderamente anecdótico.
Para no perder la costumbre me quedé sin dinero y nuestra última cena en el Hotel fue repartirnos unos jamoncillos que había comprado en un puestecito, yo con cara de preocupado y frustrado y Antonia sonriente consolándome.
Al siguiente día nos desayunamos con los $ 17.50 que nos habían quedado en aquel 1967, abordamos él avión, mi primer vuelo en jet, y salimos rumbo a Tijuana.
Ya instalados en Ensenada en un departamento que era propiedad de la Sra. Vda. del Ing. Mauro Aguirre a quien cariñosamente le decíamos “Tita” ubicados en calle 10ª, entre Avenida Ruiz y Obregón iniciamos nuestra vida de casados en nuestra querida Ensenada.
Días después nos trasladamos a nuestra casa ya terminada en la calle Atenas de la Colonia Ampliación Moderna…
Hoy han pasado casi 45 años de casados, tenemos un hijo de 44 años llamado Rolando, Maestro en Geología, soltero; Heberto de 42 años Casado con Karen Gastélum, ambos Filósofos, y él estudiando un doctorado, nos han dado dos nietos: Heberto Iván de doce años y Erik de 9 y Soraya, de 36 años de profesión Lic. en administración de Mercadotecnia, casada con Jorge Piñuelas, Contador Público y Abogado, nos han obsequiado dos nietos: Andrea Isabel de 12 años y Jorge Mario de 5 años. En nuestros hijos y nietecitos vemos la extensión y el sentido de nuestras vidas ya que nos prodigan un amor inconmensurable que nos produce una satisfacción indescriptible que llena nuestras vidas.
Antonia Guadalupe, es ese Viejo Amor, que empezó en una tierna edad cuando era un joven amor y hoy la vida nos ha desgastado y en las buenas y en las malas siempre hemos estado unidos, tomados de la mano y dando gracias a Dios por tantas bendiciones.
Vemos nuestras fotografías y vemos que el tiempo no pasa en vano, pero por dentro hay un cúmulo de experiencias y enriquecimiento espiritual que nos inyecta juventud y todavía nos presenta un horizonte de esperanzas y la responsabilidad de dejarles a hijos y nietos el legado de la responsabilidad y compromiso.
Nuestro mayor deseo es seguir unidos hasta el último suspiro y que nos haga personas de Bien y capaces de seguir Amando aún más allá de nuestro Hogar.

Un viejo Amor es cimiento firme que se sustenta en la Verdad, la Belleza y el Bien.