martes, 9 de febrero de 2010

HEROES O VILLANOS.

“LA BRUJULA”

HEROES O VILLANOS…

Heberto Peterson Legrand

En esos momentos que logramos aislarnos de los demás y nos sumimos en nuestras reflexiones dejamos que los pensamientos se nos presenten, algunas veces espontáneamente, y en otras ocasiones voluntariamente elegimos el tema y centramos sobre él nuestra atención para profundizar...
Hace algunos días estando sólo en casa me puse a pensar sobre nuestros héroes, esos personajes que entran en nuestras vidas con aquellas virtudes que las instituciones educativas se encargan de atribuirles.
Idealizamos a esos personajes y los vemos como modelos a seguir. Los visualizamos como personas sabias, de carácter, justas, con una gran fortaleza y voluntad a toda prueba, con un profundo amor a la patria y sin un ápice de intereses egoístas, entregados al servicio de los demás y con un elevadísimo sentido del honor, etcétera, etcétera.
Me pregunto: ¿si nos hubiera correspondido vivir en la misma época que ellos los veríamos igual?, no lo creo.
Pienso más bien que muchas o pocas veces nos los construyen y nos los dan como productos a consumir.
Hay héroes que se nos imponen, que ocupan un lugar privilegiado en la liturgia cívica y no se les puede tocar, atreverse a ello es atentar en contra de la patria: sus lucen casi nos ciegan y no hay en ellos nada de sombras.
Así es como se hace de los villanos héroes y a los héroes los podemos convertir en villanos.
A los héroes se les deshumaniza, se les saca del mundo real para fabricarles su mundo ideal que tiene la flexibilidad que nosotros le queramos dar, y de esa manera, tendremos el producto que nuestro cliente objetivo habrá de consumir.
Si a muchos de nuestros personajes de hoy día les quisiéramos atribuir las virtudes de aquellos hombres y mujeres del pasado nos reiríamos pues los conocemos, no nos lo platican y sabemos de sus muchos defectos, de sus miserias, no de las virtudes que se les atribuyen a aquellos y si de los vicios que sabemos los de hoy encarnan.
A cuantos héroes tendríamos que bajar del pedestal donde los hemos subido para venerarlos...no lo se, pero de que bajarían algunos, desde luego.
¿Cuántos se andaban matando entre si? ¿cuántas traiciones y deslealtades? y sin embargo en la liturgia cívica los hemos de venerar...
A los héroes deberíamos ponerlos en su justa dimensión con sus luces y sus sombras, reconocerles sus logros y virtudes pero también señalarles sus errores, sus flaquezas para humanizarlos y que dejen de ser ficción.
No me imagino a algunos indignos personajes de hoy venerados mañana como modelos a seguir.
Desde luego que en el presente hay personajes con la talla de héroes, a esos hay que descubrirlos para que sirvan de paradigma a los demás.
Las historias oficiales son las principales constructoras de héroes que son manejados incluso ideológicamente y son impuestos...
Desde luego no han faltado ni faltaran los acuciosos estudiosos e investigadores que habrán de descobijar a los héroes ficción, quitarles la careta y presentarlos cual son de carne y hueso, con todo lo que ello implica, para hacer que afloren los verdaderos héroes que pacientemente han esperado la justicia que tarde o temprano les llega o aquellos otros que puestos en el pedestal de la perfección los humanizamos para reconocerles sus aciertos pero a su vez conocer sus desaciertos, sus sombras y sus miserias.
No nos interesamos por conocer la historia de los personajes y dejamos que nos den las recetas cívicas, las digerimos y todos muy contentos...
Hay muchos héroes anónimos que hicieron bien y que están allí esperando la justicia de los hombres...hay que rescatar a los que nos sirven de modelos, que puedan ser paradigmas y aplicar al contexto actual sus aportaciones... seguí con mis reflexiones hasta que...los ojos se me cerraron y ya no supe de Mi.

lunes, 8 de febrero de 2010

OCUPEMONOS DE HACER

“LA BRUJULA”

OCUPEMONOS DE HACER…

Heberto Peterson Legrand

Decía Don José Vasconcelos: “Ocupémonos de hacer, que ya vendrán quienes nada hacen pero todo lo critican”.
Hay quienes critican a los empresarios pero nada hacen para crear fuentes de trabajo, son incapaces de arriesgar y por eso se ve que no les importa afectar la economía de una ciudad donde se tienen que despedir trabajadores por necesidad, esto no lo entienden o no lo quieren entender o les vale...
Hay quienes critican el quehacer político pero se quedan como espectadores pasivos viendo los sucesos y son incapaces de poner su “grano de arena” para tratar de mejorar el país, no saben de compromisos y se quedan con la critica destructiva, estéril.
Cuando no se fomenta la cultura de la continuidad el “fruto” que se obtiene es el de aquellos que todo lo critican pero son incapaces de seguir ocupándose de lo que otros hicieron para mejorarlo y seguir avanzando.
Es frustrante para aquellos que ponen todo su talento y sus energías el constatar que todo lo construido con esfuerzo es criticado por aquellos que fueron incapaces de construir pero si están dispuestos a destruir a través de esa critica que tanto daño hace.
Vasconcelos, a pesar de saber que en su entorno estaban esos parásitos que nada hacen y todo lo critican invitaba a hacer. Como Secretario de Educación realizó un formidable trabajo, gracias no sólo a su talento sino también a su visión del México que él veía y quería.
Decir de un hombre y de una mujer: es un hacedor, es hablar de una persona que construye, que edifica. Bien dice un pensamiento que: Obras son amores...
En el tejido social nos encontramos a hombres y mujeres, tanto en lo individual como socialmente dedicados a las más diversas actividades transformando nuestra patria; los hay también que cruzados de brazos y sumidos en el mundo de la mediocridad son incapaces de construir, se convierten en parásitos, en cargas para la sociedad.
Cuando en el Congreso de la Unión se legisla se está construyendo, cuando las leyes quedan en los cajones de la espera, las discusiones y criticas de nada sirvieron; cuando los policías o jueces se hacen de la vista gorda para no aplicar la ley invalidan la labor de los que si se ocuparon en hacerlas...
Hay quienes todo lo critican y carecen por lo tanto de objetividad y desde luego no harán nunca una autocritica porque no están maduros para ello.
Quienes todo lo critican siembran los caminos de dudas, desesperanza, desaliento, derrotismo y de egoísmo.
Los que se ocupan por hacer construyen para el presente y para el futuro, pero siempre necesitaran los relevos capaces de seguir con la obra.
Parece que esta es la historia del hombre: siempre inmerso en un mundo donde unos construyen, hacen, y otros destruyen con acciones o con la pasividad de su inacción; quienes si quieren transitar por los caminos de la legalidad y aquellos que los ignoran para anteponer al bien común sus intereses de grupo o los personales.
Las masas, perdonando lo peyorativo del término, en gran parte no tienen capacidad de crítica, son manipuladas, son instrumentos para la destrucción y, desde luego, para la construcción, depende en gran medida de la calidad de líderes que las dirigen, para bien o para mal, no hacen las hacen hacer, criticaran todo lo que el líder critique, allí no hay criterios ni actitudes para la objetividad.
Ocupémonos, hay mucho que hacer por México, pero para ello hay que reencontrar los caminos de la armonía para solidariamente construir juntos la patria que queremos, hay que dialogar y sumar las distintas Visiones y encontrar los caminos de Convergencia.

ODIABA EL PAPELEO

“LA BRUJULA”

ODIABA EL PAPELEO…
Heberto Peterson Legrand

José Vasconcelos, allá por la década de los ’20 del siglo pasado, se quejaba de cómo el papeleo quitaba tanto tiempo para hacer cosas más trascendentes...
Hoy, a la distancia de 87 años y a pesar de contar con los extraordinarios avances de la tecnología, en muchas áreas de gobierno todavía el papeleo y la tramitología ocupa mucho del tiempo, es engorrosa y no sé que tan necesaria.
Dicen que los ritmos de la iniciativa privada son mucho más rápidos que los de la burocracia y ello permite tomar decisiones más prontas y de aplicación más inmediata.
Debe haber controles para poder dar seguimiento a lo que las distintas áreas realizan y en su caso poder exigirles el cumplimiento de metas y objetivos.
Desde luego hay muchas instancias de gobierno que han logrado simplificar los procedimientos y agilizar con ello los tramites, más no sé en que porcentaje se habrá logrado.
Hay funcionarios que quisieran acelerar los procesos pero tienen una camisa de fuerza que los limita debido a la estructura en que se mueven.
No sé que tanto, esta sociedad de la desconfianza en que vivimos, es la que obliga poner una serie innumerable de candados para evitar desviaciones y el mal manejo de los recursos.
Con esto de la transparencia, los funcionarios públicos están como en un escaparate y hoy día, se supone, se conocen en detalle todas las operaciones, lo que es bueno. Sin embargo, supongo que ello exige controles más detallados y por lo tanto mayor papeleo virtual.
Hay dependencias que trabajan con un número inferior de personal para poder responder a la demanda de los servicios, tanto hacia el interior de la estructura gubernamental como hacia el exterior, y ello hace que el otorgamiento de los servicios sean sumamente tardados. Aquí torre mata alfil y se les da atención a los primeros.
Ya me imagino a José Vasconcelos que era un hacedor, un hombre de gran iniciativa, un creador, sufriendo para tener que sortear la serie de obstáculos que en su tiempo le implicaba ese “papeleo” que tanto le molestaba y le impedía realizar sus proyectos en la forma y tiempo que a él le urgía.
Lo peligroso de una burocracia que cae en la rutina y queda atrapada dentro de cierto ritmo, es que se acostumbra y ve aquello como algo natural y debido a la serie de impedimentos que coartan su creatividad deja de ser productiva.
La simplificación administrativa debe ser una meta de toda organización y hay gobiernos que se proponen llevarla a cabo y ello se refleja en el servicio que ofrecen a los ciudadanos que sienten no perder su tiempo y se sienten bien atendidos.
Las dependencias que se dedican a la capacitación, deben incluir en sus cursos, seminarios y talleres, aquellos que traten sobre la simplificación administrativa y atención al público como prioritarias para que la población vea y valore los frutos de ello.
Yo creo que se ha avanzado bastante, pero se necesita avanzar aún más, pues todavía nos encontramos con cuellos de botella y éstos no permiten valorar justamente a aquellas otras áreas donde si se han tenido logros sensibles.
¿Qué tanto hemos aprovechado la tecnología? No lo se, pero de seguro que quienes vivían hace 87 años hubieran querido disfrutar del privilegio que hoy tenemos a la Mano.

OLVIDAR LA HISTORIA

“LA BRUJULA”

OLVIDAR LA HISTORIA

Heberto Peterson Legrand


Hay quienes quisieran pensar sólo de aquí para adelante sin considerar que las decisiones que hoy se toman y que mañana serán historia son en cierta forma debidas a lo sucedido en el pasado reciente o remoto y que no podemos ni debemos ignorar...
El Contexto político que hoy estamos viviendo en nuestro país es muy distinto al vivido por los partidos políticos de oposición en el pasado y lo vivido también por quienes estuvieron en el poder y hoy ya no ocupan las posiciones de privilegio del ayer.
Los nuevos miembros de algunos partidos ignoran los tiempos difíciles que vivieron los viejos militantes y muchas veces las motivaciones que inspiran su quehacer político no son las mismas.
Mantener la verticalidad de miras; sostener el timón en medio de las tempestades, mantenerse firme en los principios a pesar de saber que la derrota era inminente, requería de militantes movidos por los más altos ideales.
En tiempos electorales muchas casillas fueron robadas, embarazadas, nulificadas atropellando con ello la voluntad del votante manifestada en ellas; muchos miembros de partidos de oposición fueron encarcelados, vejados, amenazados ellos y sus familias; hubo heridos, muertos, golpeados, pisoteando la dignidad de la persona.
En el gobierno el Poder Ejecutivo se imponía sobre el Legislativo; el Judicial era también pelele del primero y se hacia la voluntad del Presidente en turno.
La gran mayoría de Medios de Información no daban a conocer las actividades de los partidos de oposición y con ello castigaban al pueblo en su derecho a la información y la libertad de expresión era burlada.
Hay que ignorar lo anterior? Hay que callarlo? ¡claro que no! esa es historia que no tiene porque ocultarse y si que nos sirva como punto de referencia para valorar hoy los avances en que estamos envueltos: Hoy hay indiscutiblemente libertad de prensa, en algunos casos se paso de la libertad al abuso; hoy las elecciones son respetadas pues se cuenta con organismos ciudadanizados, no perfectos pero si perfectibles; hoy estamos viviendo dentro de un marco democrático aún cuando debemos madurar; hoy el militar en partido alguno no nos convierte en ciudadanos de segunda; hoy se puede demandar a una primera dama y antes no se le podía tocar ni con el pétalo de una rosa...
Traer esto a la memoria no es buscar revanchismos sino entender que debemos aceptar nuestro pasado con madurez y aprender que debemos todos buscar los comunes denominadores donde podemos trabajar juntos poniendo por encima el interés primordial de la patria.
Si antes vivimos la antidemocracia, hoy hagámosla realidad; si antes la intolerancia se imponía, que hoy la tolerancia nos permita valorar a los demás y descubrir lo positivo que hay en ellos; si ayer atropellábamos los derechos humanos, hoy reconozcámoslos y respetémoslos para hacer realidad el Bien Común.
Querer ocultar la historia es un signo de inmadurez, de una vergüenza que no hemos sabido ni podido superar ¡no! aceptemos esa historia y forjemos hoy la que mañana queremos que sea nuestra historia, una historia digna que hoy estamos escribiendo.
Sólo nos podremos reconciliar cuando todos seamos capaces de asumirla.