domingo, 25 de octubre de 2009

No es lo mismo vivirlo que...

“LA BRUJULA”

NO ES LO MISMO VIVIRLO QUE SABERLO...

Heberto Peterson Legrand.

Hay sociedades que no se han visto sumidas en tragedias que han destruido personas, familias, empresas, instituciones educativas, instituciones de salud etcétera. Atentas a su realidad no saben del dolor que aquellas han vivido, no saben del dolor de perder a unos padres o hijos. Si tienen conocimiento de ello, lo ven como un dato más, como un hecho muy lejano que les es totalmente ajeno y afectivamente no les impacta en lo más mínimo.
Estos países que no vivieron las angustias de verse atrapados en medio de guerras; que no han sabido de miedos, quizá no saben valorar muchas cosas que si valoran aquellos que vivieron en carne propia ese dolor...
Constatar, como pueblos que fueron masacrados por eventos bélicos han surgido de sus cenizas y hoy se cuentan entre los más avanzados del mundo es una interrogante siempre presente: cómo le hicieron?, los expertos tendrán las respuestas correctas. Sin embargo, a los ciudadanos comunes y corrientes también nos asalta la pregunta, sobre todo cuando vemos que nuestros países que cuentan con todos los recursos y no fueron destruidos por las contiendas bélicas, se encuentran atrasados respecto de aquellos.
Hay algunos hechos que nos dan algunas luces: Los gobiernos de la posguerra desde un inicio invirtieron enormes sumas de sus presupuestos a la educación, a la tecnología y a la ciencia; también se trataba de pueblos, como el Alemán por ejemplo, que ya poseían un nivel de cultura elevado, un sentido del orden y de la disciplina que les valió mucho para su recuperación. Al término de la guerra sus ciudadanos, profesionistas o no, dedicaban, después de su trabajo habitual unas horas extras que gratis ofrecían a su nación para llevar a cabo la restauración.
Desde luego que Alemania contó con el liderazgo indiscutible de Konrad Adenauer, quien junto con su pueblo logró sacarlo adelante en lo económico, en lo material y en lo cultural. Adenauer fue un político católico, un hombre de Fe, que puso la política al servicio de su pueblo.
También el pueblo Japonés que sufrió la terrible experiencia de dos bombas atómicas, hoy por hoy, es un pueblo ejemplar en muchos sentidos, al igual que el alemán muy avanzado en tecnología y que careciendo de muchos recursos naturales hoy tiene a su pueblo con un alto nivel de vida.
Luego durante 1950 a 1952, el pueblo Coreano también fue víctima de otra guerra que como todas trajo destrucción y retraso. Hoy, sin embargo, tiene un elevado nivel de educación y sus gobiernos al igual que los anteriores han dedicado enormes sumas a la educación y lo han hecho de manera muy inteligente.
Otra característica de esos pueblos es su puntualidad, el respeto a las leyes, el tiempo que le dedican los alumnos a su formación, tienen una excelente calidad académica, son ordenados y limpios...
Duele decirlo pero nosotros, con sus excepciones como siempre, somos impuntuales, no se le dedica el mismo tiempo a la formación académica y la calidad dista mucho respecto de la de ellos, somos sucios, no tenemos conciencia de que debemos contribuir con los gobiernos en el orden y limpieza de nuestros espacios.
Los Israelitas son otro ejemplo, han convertido el desierto en un vergel, su nivel académico es sobresaliente y conste que han vivido en condiciones desfavorables. Son un pueblo ordenado que ha remado contra marea y ha salido avante a pesar de las persecuciones de que fue víctima.
Todos estos pueblos tienen también sus defectos, pero la balanza les es favorable, son dignos de admiración.
A nosotros que nos falta: puntualidad, orden, limpieza, un sistema educativo eficiente donde los alumnos y maestros le dediquen mucho más a la educación en lo cualitativo como cuantitativamente, más recursos para la tecnología y la ciencia y muchos menos recursos a los partidos para sostener campañas políticas mediáticas...
Somos un país maravilloso, pero, no hay que ponernos una venda para dejar de ver nuestras debilidades...

No hay comentarios:

Publicar un comentario