domingo, 25 de octubre de 2009

Articulistas o columnistas.

“LA BRUJULA”

ARTICULISTAS...

Heberto Peterson Legrand

Hace tiempo me decía un buen amigo que casi nadie leía a los articulistas, que las páginas editoriales de los periódicos eran las menos leídas...
Creo que tiene gran parte de razón, más en un país que tiene, dolorosamente, fama de no leer, pero, ¿esto debe ser motivo para no escribir? ¡claro que no!, quienes escribimos debemos ser los primeros en estar convencidos que estamos contribuyendo de alguna manera ofreciendo a quienes si nos leen nuestra forma de ver los problemas y con ello provocar el discernimiento, la reflexión y los lectores finalmente sacaran su propia conclusión que podrá estar o no de acuerdo a la nuestra.
Cierto que los medios electrónicos tienen infinitamente mayor penetración ofreciendo la información y, a través de mesas redondas y entrevistas expertos y articulistas exponen sus argumentos sobre una gran diversidad de temas.
El artículo da la oportunidad de ser nuevamente leído, de poder hacer un alto en la lectura para reflexionar sobre ello y después continuar. Por otra parte de la oportunidad de una mayor profundización.
Quienes sobre todo leen los artículos son los líderes de opinión quienes a su vez tienen un campo de influencia: todo líder debe estar debidamente documentado para poder incidir positivamente.
Lo mismo les pasa a los autores de libros cuyos tirajes son limitados por la misma razón de estar dentro de un país, repetimos, que tiene poco lectores. Sin embargo, lo sano no es que por ello dejen de escribir, todo lo contrario, deben cumplir con su labor de fomentar la lectura y en ellos deberían contribuir más y mejor las instituciones educativas y los mismos hogares que es donde se comienzan a formar los hábitos.
Desde el hogar debemos ir formando en nuestros hijos el hábito por la lectura, los primeros años son decisivos para ello. Los padres de familia debemos estar concientes de ello y predicar con el ejemplo teniendo en los hogares su propia biblioteca, en lugar de las muchas videotecas que van ocupando mayores espacios dentro de los hogares y no tener los libros para decorar sino para que sean leídos.
Hay desde luego articulistas muy prestigiados, conocedores profundos del tema que manejan y que tienen una mayor cantidad de lectores. Los hay también que siendo muy conocedores no tienen la cantidad de lectores debido a su estilo de escribir.
El articulista centrado sabe que no va a transformar su medio el sólo y mucho menos el mundo, pero tiene muy claro que esta poniendo su grano de arena para que ello suceda, debe estar convencido de ello y saber que cumple una función social de primer orden en un mundo cambiante que requiere de luces.
¿ Qué tantos nos leen no lo sabemos? El autor de libros cuando menos sabe que lo leyeron un número de lectores igual al tiraje y más; el articulista no tiene idea porque quienes compran los periódicos no todos leen las páginas editoriales. Por otra parte el artículo es más volátil, desaparece y pasa al olvido junto con el periódico de ese día, ya mañana habrá una nueva edición: el periódico es un producto no repetible, no esta hecho en serie como las latas de cerveza que siempre son iguales un día y otro...
Cuando nos encontramos personas y amigos en distintos lugares y nos comentan sobre algún artículo que escribimos nos da gusto y son las vitaminas que recibimos para seguir adelante pues somos humanos y nos interesa saber si estamos logrando comunicarnos con nuestros lectores.
Hay que estar abiertos a recibir comentarios favorables y desfavorables, tomarlos en cuenta para ir mejorando nuestro trabajo si es el caso.
Los articulistas a su vez nos alimentamos con lo que otros escriben y también sacamos nuestras propias conclusiones y aprobamos o desaprobamos.
Escribir es un camino de búsqueda para encontrar nuestro propio estilo: cada escritor tiene su propia personalidad y ella se refleja en lo que se escribe y en la forma de hacerlo.
De seguro que a veces nuestros artículos dejan ver el estado de ánimo que teníamos al estar escribiendo; nuestra claridad mental que no siempre es la misma; el cansancio que a veces nos invade pero la responsabilidad nos obliga a cumplir con nuestra tarea.
Un articulista aprende de los demás y a veces lastima incluso sin pretender hacerlo y debe estar dispuesto a corregir y saber pedir perdón.
Escribir es una seria responsabilidad porque para bien o para mal cada articulista tiene sus lectores y con su actividad debe sembrar sus caminos de Bien...

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