domingo, 25 de octubre de 2009

Crónica de un viaje ( décima parte )

LA BRUJULA
MODESTAS OBSERVACIONES DE UN VIAJE…
Décima parte.
Heberto Peterson Legrand

A lo lejos quedo aquel apacible principado de Andorra mientras nos dirigíamos a Barcelona disfrutando del bello paisaje que nos ofrecía la naturaleza.
Al irnos deleitando con aquel obsequió, apareció ante nuestros ojos la famosa montaña de Montserrat que majestuosa captaba toda nuestra atención.
Se encuentra a 20 km al noroeste de Barcelona, señal de que ya nos encontrábamos cerca de nuestro destino.
El nombre viene de Mont que significa monte y Serrat que en catalán quiere decir sierra y recuerda la sierra de un serrucho por su configuración.
Allí mismo se encuentra el famoso Monasterio Benedictino de Montserrat que cuenta con una biblioteca de aproximadamente 300,000 volúmenes, que además de espiritual lo convierte en un centro cultural.
Yo llevaba conmigo unos binoculares lo que me permitió observar con mayor claridad aquel macizo que impone por su grandiosidad.
El autobús comenzó a adentrarse en esa bella ciudad catalana que es Barcelona y la emoción nuevamente hacía presa de nosotros...
Paro el autobús justo media calle de distancia de la famosas Ramblas, que es quizá la zona más viva de la ciudad: una vía repleta de terrazas, quioscos, una gran cantidad de puestos de flores y que está entre la Plaza de Cataluña y el puerto.
Caminamos por Las Ramplas y nos encontramos con muchas esculturas vivientes muy bien logradas y que atraían la atención de los transeúntes.
Dirigiéndose uno desde la Plaza de Cataluña hasta la estatua de Colón a un lado y otro se va dejando la Fuente de Canaletes, la Iglesia de Betlem, el Palacio de la Virreina, el mercado de la Boquería, la antigua puerta Ferias y el Hospital de la Santa Cruz y otros espacios más.
Comimos en uno de los restaurantes, una especie de paella negra acompañándola con cerveza.
A las dos horas o tres, paso el autobús por nosotros y nos llevó a un recorrido por los lugares más emblemáticos de la ciudad: La Ciudad Antigua con sus recintos medievales, La catedral, La Plaza de San Jaime, Palacio de la Música, Museo de Arte Contemporáneo, el gran templo expiatorio, de la Sagrada Familia, obra del gran genio modernista Gaudi, quien desde 1883 hasta su muerte en 1926 dedico su vida a esta obra que quedó inacabada y nos dijeron que para el 2050 esperan concluirla.
Después nos llevaron a la montaña Montjuic que tiene 173 m de altura. Su posición estratégica permite tener una vista panorámica de la ciudad y por ello siempre ha tenido una función militar.
El año de 1929, con motivo de la famosa Exposición Internacional, se ajardinaron las laderas y se construyeron algunos edificios que aún perduran, pero, su verdadera transformación se llevó a cabo con motivo de las Olimpiadas de 1992 al convertirse en la sede de las mismas.
Barcelona tiene, indudablemente, vocación marina. Me dijeron que además es el puerto que tiene mayor movimiento de cruceros en el mundo después de Miami en Florida.
Nos hospedaron en un hotel lejano del centro, lo que nos impidió poderla vivir de noche, y disfrutar por ejemplo del espectáculo de la famosa Torre Agbar que dicen su iluminación es digna de verse.
Al siguiente día dejamos esa bella ciudad con más de 20 siglos de existencia que la leyenda atribuye su fundación a Hércules, pero que realmente fue fundada por la tribu íbera de los Layetanos y que hoy cuenta con más de dos millones de habitantes.
Nuestra siguiente parada fue Zaragoza con 625 mil habitantes.
Durante el Imperio Romano en el año 19 antes de Cristo, el emperador Octavio Augusto fundó una ciudad a la que nombro Caesaraugusta.
En el siglo V los Visigodos la incorporaron al reino de Tolosa, en el 714 los Musulmanes toman posesión de ella, en el 1031 paso a establecerse como reino de Taifa y ya Alfonso 1 el Batallador la reconquisto para la Fe cristiana y a partir de allí se comenzaron a construir los principales edificios religiosos...
Estuvimos en la Basílica del Pilar con sus 11 cúpulas de azulejo y que preside la Plaza del Pilar rodeada de bellos edificios y en el lado opuesto de la catedral cierra con un pequeño lienzo de muralla romana. Allí comimos y al poco tiempo seguimos nuestro camino.
Ya enfilados hacia Madrid pasamos por una empresa vitivinícola que produce los famosos vinos Torres, que tiene en propiedad el Castillo de Milmanda, lugar donde nos proyectaron un video que habla de la historia del lugar y de sus vinos.
Degustamos un vino Chardonai y posteriormente hicimos un recorrido por las instalaciones. Son edificaciones no grandes, testigos de batallas desde la época del medioevo. Subimos a la torre desde donde arrojaban aceite hirviendo durante la defensa del lugar, sus patios lugares donde muchos cayeron heridos o muertos.
Nos comentó el anfitrión que durante la revolución española de 1936-1939 la casona fue bombardeada.
Desde la torre admiramos la campiña y un bosque cercano donde quienes iban a atacar el castillo preparaban armas.
Abordamos el autobús, salimos de los caminos de tierra para tomar nuevamente la autopista y avanzar hacía la ciudad capital: Madrid, que inspiró a nuestro Agustín Lara...

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