La Siembra.

“LA BRUJULA”

LA SIEMBRA…

Heberto Peterson Legrand

Dicen que lo que uno siembra eso cosecha. La tierra es el campo propicio para echar la semilla de aquello que se pretende obtener; es el medio donde se da ese proceso que lleva su tiempo de maduración para poder ofrecer el fruto que se espera, fruto que puede ser bueno para el hombre o malo, con las consecuencias propias de ello...
Hay quienes comparan la mente con la tierra y dicen que también obtendremos los frutos de acuerdo a lo que vayamos sembrando en ella: Quienes se la pasan sembrando las semillas del pesimismo obtendrán como fruto personas pesimistas que todo lo ven negativo, que asumen actitudes fatalistas frente a la vida; personas que piensan que siempre les ira mal y todos sus proyectos fracasaran; las hay optimistas que ven la vida con otros ojos y siembran en su mente puras ideas positivas, tienen confianza en ellas mismas y su autoestima esta en estado optimo y sus frutos están a la vista: se saben relacionar con lo demás, son solidarios y están dispuestos a sumar sus esfuerzos para alcanzar los nobles fines que inspiran su quehacer.
Son muchas las personas cuyas mentes son muy influenciables y por lo tanto se prestan para que se siembren en ellas semillas positivas o negativas que traerán como consecuencia una serie de actitudes sociales...
Tenemos ejemplos en la historia de países cultos como Alemania que sin embargo fueron presa de la orquestación de toda una propaganda que incidió en las masas y las arrastro ha asumir comportamientos que rayaban en el fanatismo y como se inoculo en la sociedad un culto a la personalidad de Hitler que tanto daño hizo a ese extraordinario país. Un líder nefasto, un necrófilo que sólo vio por sus intereses y por su proyecto personal sin importarle despersonalizar al pueblo que lo seguía...
La propaganda Nazi sembró en la mente de muchos la idea de una superioridad de la raza aria y finalmente llevó a su pueblo al dolor y la destrucción...
Por otra parte tenemos a un Mahatma Gandhi en la India, que sembró en la mente de sus seguidores no las ideas de la destrucción y del odio sino las del amor y la reivindicación con actitudes positivas que buscaran el bien de su pueblo y del país todo. Mahatma Gandhi un líder con una personalidad madura, equilibrada, sana, con autoridad moral y siempre buscando la reconciliación y el bien; Hitler, una personalidad enfermiza, desequilibrada, queriendo hacer realidad sus delirios y pensando que sólo él tenía la razón.
Mahatma Gandhi decía cuando oraba: Ayúdame a ver la otra cara de la medalla/ no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo...
Hoy en día todavía pululan por allí algunos o algún lidercillo que perdiendo el piso y atrapados en su delirio de indestructibles, hacen de la mentira una verdad y sabedores de que siempre habrá quienes los siga saben sembrar la semilla de la duda a base de insistir en ello: sembrar la duda e insistir en ello, he allí el secreto para movilizar masas, pues para ello si tienen talento.
Yo estoy bien, los demás están mal, he allí la postura del paranoico que jamás estará dispuesto a reconocer una derrota y habrá de usar todas las artimañas que su buen entender le permita utilizar para lograr sus fines.
La siembra de la duda dará, desde luego, sus frutos, el fruto de la división, el fruto de la mentira sobre la verdad, el fruto del engaño, el fruto de la contradicción, el fin justifica los medios.
Sembrar la duda y si para ello hay que enlodar prestigios de personas, hasta de las propias e instituciones no importa el que importa es el paranoico que ha base de sembrar la duda quiere alcanzar sus Sueños...