“
LA BRUJULA”
HOMBRE MASA O DEMOCRATA
Heberto
Peterson Legrand
Heberto
Peterson Legrand
petersonheberto@hotmail.com
La
democracia no es algo estático, ya hecho, perfecta, hay que irla construyendo
todos los días y es por ello que en unos países la vemos más evolucionada que
en otros.
Es
verdaderamente democrático aquel Estado en el cual se ejerce auténticamente la
autoridad que es delegada por el pueblo, razón por la que debemos participar en
política no sólo emitiendo nuestro voto en la elecciones.
La
democracia exige un pueblo cada vez más maduro en el aspecto moral y político
pues debe tomar decisiones de máxima responsabilidad.
Todo
gobierno tiene la obligación de educar al pueblo para que sean libres y
responsables porque el llamado “ hombre-masa” no es demócrata y si instrumento
fácil de manipular.
Algo
que caracteriza a las verdaderas democracias, es la libertad responsable y el
reconocimiento a los derechos de la persona, no olvidemos que las injusticias
precisamente provienen de esa falta de respeto y reconocimiento a los derechos
de los ciudadanos.
La
mejor forma de gobierno, como bien dice, Antonio Alonso, autor del libro “
Formando Hombres Nuevos”, es aquel que garantiza con mayor eficacia, tanto la
libertad del pueblo frente al gobierno, como la libertad del gobierno frente al
pueblo. No hay que atar de manos a un gobierno provocándole disturbios y
desgastándolo , lo que hay que hacer es solidarizarnos con ese gobierno que nos
representa legítimamente para que pueda
desempeñar mejor su función.
En
las democracias los partidos políticos juegan un papel fundamental, pues sin
éstos, simplemente no existiría la democracia y caeríamos en la dictadura que
sostiene que: “ la orden es la orden” y donde la voluntad del pueblo no cuenta.
Ya se ha vivido la experiencia de los países totalitarios donde el gobierno se
atribuye un poder ilimitado sobre los hombres, comunidades o bienes,
anteponiendo la fuerza al derecho.
La
palabra partido viene de “ parte “, de allí se deduce que debe servir al todo.
Los partidos no son órganos del Estado, sino del pueblo y, a través de ellos
los ciudadanos manifiestan sus preferencias conforme se lo dicta su conciencia,
conciencia que hay que formar e informar para tomar las decisiones adecuadas.
Los
gobiernos en las democracias deben reconocen que el pueblo es el Mandante y
ellos los mandatarios hecho que lamentablemente muchas veces se olvida...
Aristóteles
enuncio el principio común de que: “ en toda realidad compleja de partes, debe
existir un elemento capaz de asegurar la unidad y cohesión entre las mismas”.
Con base en ello vemos la necesidad de que en toda sociedad debe existir un
grupo de personas que ejerciten la autoridad. Deben ser personas con la
conciencia clara de que su misión es servir, la de procurar el Bien Común, para
que todos los ciudadanos que integran la sociedad tengan igualdad de
oportunidades.
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