A TI QUE HAS INSPIRADO MI VIDA
(En tus setenta años)
Heberto J. Peterson Legrand
Jorge Luis Borges, extraordinario
escritor, en cierta ocasión dijo: “He cometido el peor de los pecados que un
hombre puede cometer: no he sido feliz”.
Yo, insignificante junto a él, puedo
decir con toda certeza: “Yo si he sido feliz”. El hombre Ser sociable por
excelencia no puede estar solo, es un Ser para la complementariedad y yo en mi
camino me encontré contigo, Antonia. Me encontré con la felicidad y tomados de
la mano hemos transitado por los caminos de los años donde el sol ha brillado y
ha alimentado con su calor nuestra relación, la luna ha inspirado nuestro amor
y los nubarrones nunca han sido obstáculos sino acicate para mantener
entrelazados nuestros dedos y dejar en nuestros corazones el latir unísono de
nuestro niño, joven y adulto amor.
Las cosechas llamada felicidad que tú me
has brindado se llaman: Rolando, Heberto, Soraya y, sus frutos: Iván Andrea,
Erick y Jorge que se extienden en Karen y Jorge.
A tus setenta años tu alma se ha
embellecido aún más, la expresión de tus ojos mucho me dicen, tu vientre es el
templo sagrado donde diste vida a los frutos de nuestro amor, tu cuerpo sin la
juventud y vitalidad del ayer sigue donándose a los tuyos para prodigarles la
riqueza de tu amor…
¡Cómo no ser felices! Si todos giramos
alrededor de tu prodigioso amor, de la fecundidad de tu vida que ha sido de
entrega, de donación sin rendirte al cansancio.
Todos mis logros son tus logros porque
tú has sido mi inspiración, mi musa que siempre ha estado hombro con hombro
junto a mí en los retos, las dificultades, las pruebas y los desalientos para
alentarme, en mis debilidades para fortalecerme…
Le doy gracias a Dios porque me ha
bendecido con tu compañía, porque los mismos valores humanos y trascendentes
han guiado nuestros pasos.
Te conocí niña en 1954 y desde entonces
te robaste mi corazón, hoy en éste 2014 a tus 70 años sigue siendo tu
prisionero, casi 47 años de matrimonio alimentado por la felicidad que tú has
sabido comunicar.
¡Gracias Antonia por ser quien Eres!
Heberto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario