domingo, 10 de diciembre de 2017

“LA BRUJULA”

DIA AMOR…

Heberto Peterson Legrand

Las palabras nunca serán suficientes para expresar el significado de la palabra Madre y mucho menos para describir los sentimientos que despierta ese sublime Ser que nos dio la vida…
Cuando evocamos a la Madre hablamos de donación, de esa entrega plena de quien ha sembrado sus caminos de Bien y cuya vida siempre ha estado encaminada para obsequiarnos la felicidad.
Hay quienes todavía tienen la bendición de poseer ese tesoro llamada Madre y sienten la cercanía de su amor; son el sujeto de sus plegarias y la razón de su existir.
Habemos quienes ya no las poseemos en la vida terrenal pero las tenemos como las mejores intercesoras y desde allá en esa otra dimensión que nos trasciende nos envían sus bendiciones…
Bendito Dios, bendito cielo, benditas leyes de la genética que por la herencia hacen que nuestro Ser posea en su esencia mucho de ellas, de esas madres en cuyo bendito vientre estuvimos íntimamente unidos a ellas.
Hoy el ambiente estará impregnado de amor; hoy las familias estarán alrededor de las Madres para obsequiarles su amor, para comunicar los más nobles sentimientos, para que los obsequios sean un pálido símbolo de lo mucho que las amamos.
Nuestra memoria evocara el recuerdo de aquellas Madres que se nos adelantaron; por ella desfilaran un sin fin de recuerdos, de escenas donde las veremos reír, trabajar, preocuparse de nosotros, llorar, bromear…
Habremos de recordarlas junto a nosotros cuando enfermamos, al pendiente de nuestras medicinas, tomándonos la temperatura a cada momento; junto a nosotros cuando hacíamos la tarea, al pendiente de nuestra alimentación y de nuestros estudios; educándonos, comunicándonos valores, sobre todo con su ejemplo; llamándonos la atención cuando fallábamos y premiándonos cuando alcanzábamos algunos éxitos…
La recordamos como la mejor consejera de nuestros padres, dirigiendo la casa para que el orden y la armonía reinaran en ella.
Siempre he creído que la mujer es el centro del hogar y todos los demás miembros giramos alrededor de ella. Me refiero a los hogares normales, no a los anormales donde el machismo estúpido prevalece y a la mujer se les nulifica…
Hasta Cristo sintió un respeto admirable hacia su madre y realizo su primer milagro en las bodas de canna por darle gusto a ella, obedeciendo su mandato.
También sentimos un respeto y profundo amor por la Madre de nuestros hijos, por nuestra compañera, por esta mujer Madre y Esposa y después Madre y Abuela cuyo amor inagotable todos los días se manifiesta en el hogar.
No es el regalo lo más importante sino nuestra capacidad de entrega hacia ellas, nuestra capacidad de comunicarles la felicidad que se merecen, nuestra capacidad de hacerlas felices y hacerles sentir lo importante que son.
Dios quiera que el amor que habrá en el ambiente nos contagie e impregne nuestra atmósfera personal y familiar y que este día se multiplique por 365 y seamos capaces de alimentar su calor por siempre.
Las madres son las primeras educadoras, las que primero hablan a los hijos del amor a Dios y a la patria y con sus caricias nos permiten ir madurando.

Reciban a través de estas modestas líneas el más expresivo reconocimiento todas las madres y los más sinceros deseos de Felicidad.

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