domingo, 10 de diciembre de 2017

CRONICA DE UN VIAJE
(primera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

CIUDAD DEL CARMEN.

Salimos, Antonia mi esposa y yo, a Ciudad del Carmen en Campeche donde radica nuestro hijo Rolando, de profesión geólogo y que trabaja en el área de exploración de PEMEX. El motivo del viaje disfrutar los tres de unas vacaciones ya que hacía tres años que mi esposa y yo no las tomábamos, nos hacía falta y gracias a la invitación de Rolando pudimos tenerlas.
El Cardiólogo y querido compadre don Carlos Echeagaray me hizo las indicaciones pertinentes para que mi condición de salud me permitiera viajar con prudencia ya que sólo me trabaja un puente de los tres que me pusieron hace 11 años y ya no soy sujeto de operación, el año pasado me dio un infarto y además tengo piedras en la vesícula y riñones…
Volamos a la ciudad de México durando el trayecto tres horas, aterrizamos y estuvimos en el aeropuerto otras tres horas, camine tranquilo por los pasillos por esto de la altura, allí comimos disfrutando de una deliciosa copa de vino que acompañaba unas arracheras y le dije a Antonia: “disfrutemos la comida y el vino relajados que ya estamos en vacaciones”. Afortunadamente no sentí ninguna molestia y emprendimos el vuelo a Ciudad del Carmen con una duración de hora y media. Antes de abordar el avión vi a un italiano que saco de distintos bolsillos del pantalón unos fajos de billetes en dólares y se puso a contarlos descuidadamente…
Durante el trayecto disfrute de la lectura de un buen libro, a ratos dormite debido al vino, perdí la noción del tiempo y cuando el avión descendía enfilándose hacia la pista de aterrizaje del aeropuerto de Isla del Carmen disfrutamos de una tormenta de rayos y centellas producidas por las descargas eléctricas y de la vista de las plataformas petroleras que podíamos avistar y que nos daban la bienvenida a esa isla de legendaria historia de piratas  y que siempre ha sido la más importante fuente de recursos económicos de Campeche.
Bajamos del avión y nos encaminamos hacia la sala de espera y en el trayecto me le acerque al italiano-que hablaba español- y le dije: permítame darle un consejo y no se moleste: “ lo vi contando sus fajos de dólares antes de salir y vi a dos individuos que no le quitaban la vista de encima, tenga cuidado no invite a que lo asalten o secuestren, sea discreto” , me contesto: tiene razón y le agradezco la observación. Me comentó que iba por 10 días a dar un curso a personal de PEMEX, nos despedimos y al ingresar a la sala allí estaba nuestro hijo Rolando esperándonos para juntos los tres iniciar una nueva experiencia como lo habíamos hecho hacia tres años que recorrimos: Los estados de Tabasco, Chiapas, Veracruz y Campeche.
Como Rolando conoce toda esa zona iniciábamos con él que es un excelente guía y prudente chofer, amante y conocedor de las culturas prehispánicas, hispánicas y de costumbres y tradiciones, una aventura de 24 días que nos permitiría conocer más de nuestra Patria.   



CRONICA DE UN VIAJE
(Segunda parte)
Heberto J. Peterson Legrand


CIUDAD DEL CARMEN

Dejamos el aeropuerto y nos dirigimos al fraccionamiento Villa Palmera, un bonito lugar integrado por sólo 52 casas donde para ingresar hay vigilantes muy atentos pero al mismo tiempo cuidadosos de quien entra y sale.
Es requisito en Villa Palmera respetar el estilo arquitectónico-por cierto muy bonito-para que no se pierda la armonía además de que da tranquilidad y seguridad a sus habitantes ya que los vigilantes constantemente hacen sus rondas y los vecinos entre ellos mismos se cuidan.
Nos introducimos a la casa de nuestro hijo Rolando y, como dice el dicho: “a donde fueres haz lo que vieres”, él se quito los zapatos y se puso unas chanclas para caminar en el interior de la misma, y mi esposa y yo entendiendo el mensaje nos quitamos nuestros zapatos y sacamos nuestras chanclas para ejercitar esa costumbre oriental y cuando salíamos las dejábamos junto a la entrada.
Nos llamo gratamente la atención lo ordenado y organizado que es Rolando nuestro hijo que tiene su casa impecable, se inclina por una decoración que tenga un toque mexicano, la cual disfrutamos mucho durante nuestra estancia.
Al siguiente día nos fuimos a desayunar a la cafetería “Las Fuentes” que está frente al bello malecón inaugurado en el 2003, frente al cual pasan delfines saltando siendo un atractivo muy bonito para los Carmelitas y visitantes y que tiene  una longitud 870 mts., donde antes había congeladoras y muelles siendo la cafetería un lugar muy agradable donde Rolando invito para presentarnos a dos matrimonios, muy queridos amigos de él, ellos también profesionistas que prestan sus servicios en PEMEX: Ciro Díaz Salgado del Estado de Guerrero, su esposa Marlen de la Paz, B.C., Sur; Gabriel Álvarez Calderón de la Barca y su esposa Silvia, ambos de México, D.F.
Después de disfrutar un rico desayuno y muy interesante conversación con personas tan agradables, nos despedimos y Ciro y Marlen nos acompañaron a un paseo por el Malecón que disfrutamos a plenitud.
Más tarde Rolando nos llevó a que conociéramos el Museo Victoriano Nieves inaugurado el 16 de julio de 1998 en lo que fuera un antiguo hospital ubicado sobre un terreno donado años atrás por un francés, Benito Anizan, rico comerciante establecido desde 1854.
Con la participación solidaria de la comunidad Carmelita se logro obtener importantes piezas y actualmente el museo cuenta con una sala permanente con cinco módulos donde se exponen piezas prehispánicas de la isla, de Montes y Ríos, del Mar, de los Piratas; sala para exposiciones fotográficas escultóricas y pictóricas, así como una exhibición relacionada con la explotación de hidrocarburos, etc.
Fuimos a comer y recorrer algunos centros comerciales para prepararnos para el viaje que emprenderíamos el día siguiente.
Al llegar a Villa Palmera los vecinos habían montado un altar de muertos y preparado un convivio al que fuimos invitados donde había niños y adultos y allí conocimos a  los hijos de Gabriel y Silvia: Cristóbal y Alejandro y a Julieta hija de Ciro y Marlen, así como a otros vecinos.
Ya en casa escuchamos una bella música que nos puso Rolando llamada “Sinfonía Mexicana”, hicimos los preparativos para el viaje y nos dispusimos a disfrutar de un merecido Descanso.
























CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     

CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     

CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     

CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     

CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     

CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     

CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     

CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     

CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     




















CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand

UXMAL

Partimos a las nueve de la mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir: Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años (2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada  junto a unas colinas llamadas Puuc, que en arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno  donde la naturaleza deleitaba la vista, purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza  grata a los ojos de los nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo. Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este México que llevamos en la piel y en el corazón.

     



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