CRONICA DE UN VIAJE
(primera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
CIUDAD DEL CARMEN.
Salimos, Antonia mi esposa y
yo, a Ciudad del Carmen en Campeche donde radica nuestro hijo Rolando, de
profesión geólogo y que trabaja en el área de exploración de PEMEX. El motivo
del viaje disfrutar los tres de unas vacaciones ya que hacía tres años que mi
esposa y yo no las tomábamos, nos hacía falta y gracias a la invitación de
Rolando pudimos tenerlas.
El Cardiólogo y querido
compadre don Carlos Echeagaray me hizo las indicaciones pertinentes para que mi
condición de salud me permitiera viajar con prudencia ya que sólo me trabaja un
puente de los tres que me pusieron hace 11 años y ya no soy sujeto de
operación, el año pasado me dio un infarto y además tengo piedras en la
vesícula y riñones…
Volamos a la ciudad de México
durando el trayecto tres horas, aterrizamos y estuvimos en el aeropuerto otras
tres horas, camine tranquilo por los pasillos por esto de la altura, allí
comimos disfrutando de una deliciosa copa de vino que acompañaba unas
arracheras y le dije a Antonia: “disfrutemos la comida y el vino relajados que
ya estamos en vacaciones”. Afortunadamente no sentí ninguna molestia y
emprendimos el vuelo a Ciudad del Carmen con una duración de hora y media.
Antes de abordar el avión vi a un italiano que saco de distintos bolsillos del
pantalón unos fajos de billetes en dólares y se puso a contarlos
descuidadamente…
Durante el trayecto disfrute
de la lectura de un buen libro, a ratos dormite debido al vino, perdí la noción
del tiempo y cuando el avión descendía enfilándose hacia la pista de aterrizaje
del aeropuerto de Isla del Carmen disfrutamos de una tormenta de rayos y
centellas producidas por las descargas eléctricas y de la vista de las
plataformas petroleras que podíamos avistar y que nos daban la bienvenida a esa
isla de legendaria historia de piratas y
que siempre ha sido la más importante fuente de recursos económicos de
Campeche.
Bajamos del avión y nos
encaminamos hacia la sala de espera y en el trayecto me le acerque al
italiano-que hablaba español- y le dije: permítame darle un consejo y no se
moleste: “ lo vi contando sus fajos de dólares antes de salir y vi a dos
individuos que no le quitaban la vista de encima, tenga cuidado no invite a que
lo asalten o secuestren, sea discreto” , me contesto: tiene razón y le
agradezco la observación. Me comentó que iba por 10 días a dar un curso a
personal de PEMEX, nos despedimos y al ingresar a la sala allí estaba nuestro
hijo Rolando esperándonos para juntos los tres iniciar una nueva experiencia
como lo habíamos hecho hacia tres años que recorrimos: Los estados de Tabasco,
Chiapas, Veracruz y Campeche.
Como Rolando conoce toda esa
zona iniciábamos con él que es un excelente guía y prudente chofer, amante y
conocedor de las culturas prehispánicas, hispánicas y de costumbres y
tradiciones, una aventura de 24 días que nos permitiría conocer más de nuestra
Patria.
CRONICA DE UN VIAJE
(Segunda parte)
Heberto J. Peterson Legrand
CIUDAD DEL CARMEN
Dejamos el aeropuerto y nos
dirigimos al fraccionamiento Villa Palmera, un bonito lugar integrado por sólo
52 casas donde para ingresar hay vigilantes muy atentos pero al mismo tiempo
cuidadosos de quien entra y sale.
Es requisito en Villa Palmera
respetar el estilo arquitectónico-por cierto muy bonito-para que no se pierda
la armonía además de que da tranquilidad y seguridad a sus habitantes ya que
los vigilantes constantemente hacen sus rondas y los vecinos entre ellos mismos
se cuidan.
Nos introducimos a la casa de
nuestro hijo Rolando y, como dice el dicho: “a donde fueres haz lo que vieres”,
él se quito los zapatos y se puso unas chanclas para caminar en el interior de
la misma, y mi esposa y yo entendiendo el mensaje nos quitamos nuestros zapatos
y sacamos nuestras chanclas para ejercitar esa costumbre oriental y cuando
salíamos las dejábamos junto a la entrada.
Nos llamo gratamente la
atención lo ordenado y organizado que es Rolando nuestro hijo que tiene su casa
impecable, se inclina por una decoración que tenga un toque mexicano, la cual
disfrutamos mucho durante nuestra estancia.
Al siguiente día nos fuimos a
desayunar a la cafetería “Las Fuentes” que está frente al bello malecón
inaugurado en el 2003, frente al cual pasan delfines saltando siendo un
atractivo muy bonito para los Carmelitas y visitantes y que tiene una longitud 870 mts., donde antes había
congeladoras y muelles siendo la cafetería un lugar muy agradable donde Rolando
invito para presentarnos a dos matrimonios, muy queridos amigos de él, ellos
también profesionistas que prestan sus servicios en PEMEX: Ciro Díaz Salgado
del Estado de Guerrero, su esposa Marlen de la Paz, B.C., Sur; Gabriel Álvarez
Calderón de la Barca y su esposa Silvia, ambos de México, D.F.
Después de disfrutar un rico
desayuno y muy interesante conversación con personas tan agradables, nos
despedimos y Ciro y Marlen nos acompañaron a un paseo por el Malecón que
disfrutamos a plenitud.
Más tarde Rolando nos llevó a
que conociéramos el Museo Victoriano Nieves inaugurado el 16 de julio de 1998
en lo que fuera un antiguo hospital ubicado sobre un terreno donado años atrás
por un francés, Benito Anizan, rico comerciante establecido desde 1854.
Con la participación solidaria
de la comunidad Carmelita se logro obtener importantes piezas y actualmente el
museo cuenta con una sala permanente con cinco módulos donde se exponen piezas
prehispánicas de la isla, de Montes y Ríos, del Mar, de los Piratas; sala para
exposiciones fotográficas escultóricas y pictóricas, así como una exhibición
relacionada con la explotación de hidrocarburos, etc.
Fuimos a comer y recorrer
algunos centros comerciales para prepararnos para el viaje que emprenderíamos
el día siguiente.
Al llegar a Villa Palmera los
vecinos habían montado un altar de muertos y preparado un convivio al que
fuimos invitados donde había niños y adultos y allí conocimos a los hijos de Gabriel y Silvia: Cristóbal y
Alejandro y a Julieta hija de Ciro y Marlen, así como a otros vecinos.
Ya en casa escuchamos una
bella música que nos puso Rolando llamada “Sinfonía Mexicana”, hicimos los
preparativos para el viaje y nos dispusimos a disfrutar de un merecido
Descanso.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro
horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las
instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus
pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una
limpieza grata a los ojos de los
nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de
iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un
restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación
sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al
colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el
famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna
o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en
cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de
coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y
efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro
recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos
lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio
diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno
pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla
original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro
horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las
instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus
pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una
limpieza grata a los ojos de los
nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de
iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un
restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación
sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al
colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el
famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna
o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en
cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de
coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y
efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro
recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos
lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio
diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno pensar:
“aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla original
considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro
horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las
instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus
pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una
limpieza grata a los ojos de los
nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de
iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un
restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación sanguínea,
la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al colesterol.
Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el famoso Poc Chuc
que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna o caña de lomo;
lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos, chiltomate y
frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y guanábana y al
pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y efectivamente en la
gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro recorrido no lo
tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares, no
tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno
pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla
original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro
horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las
instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus
pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una
limpieza grata a los ojos de los
nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de
iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un
restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación
sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al
colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el
famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna
o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en
cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de
coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y
efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro
recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares,
no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno
pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla
original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro horas
para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las
instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus
pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una
limpieza grata a los ojos de los
nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de
iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante
de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación
sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al
colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el
famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna
o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en
cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de
coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y
efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro
recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos
lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio
diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno
pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla
original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro
horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las
instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus
pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza grata a los ojos de los nacionales y
extranjeros.
Decidimos comer antes de
iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un
restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación
sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al
colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el
famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna
o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos,
chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y
guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y
efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro
recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos
lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio
diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno
pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla
original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro
horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las instalaciones
con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus pasillos y vimos
tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una limpieza grata a los ojos de los nacionales y
extranjeros.
Decidimos comer antes de
iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un
restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación
sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al
colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el
famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna
o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en
cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de
coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y
efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro
recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos lugares,
no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno
pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla
original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro
horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las
instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus
pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una
limpieza grata a los ojos de los
nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de
iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante
de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación
sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al
colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el
famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna
o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en
cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de
coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y
efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro
recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos
lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio
diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno
pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla
original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro
horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las
instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus
pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una
limpieza grata a los ojos de los
nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de
iniciar el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un
restaurante de bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación
sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al
colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el
famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna
o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en cuadritos,
chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de coco y
guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y
efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro
recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos
lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio
diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno
pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla
original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
CRONICA DE UN VIAJE
(Tercera parte)
Heberto J. Peterson Legrand
UXMAL
Partimos a las nueve de la
mañana a continuar emocionados ese viaje que día a día nos iría develando lo
que de la península de Yucatán podríamos conocer.
Atravesamos el pueblo o ciudad
de Champotón que del Maya originalmente era Chakán Putum, que quiere decir:
Región o Comarca de la Sábana, lugar que ya habíamos conocido hace tres años
(2009) cuando íbamos rumbo a Campeche, ciudad que no atravesamos en ésta
ocasión tomando otra carretera.
En el trayecto disfrutamos de
la belleza de la vegetación que no tiene la exuberancia de la de Chiapas.
Nos comento Rolando que la
topografía de la península es plana en algunas partes y que los montículos que
viéramos cercanos a las pirámides en el recorrido lo más probable es que sean
pirámides cubiertas por la vegetación, flora, selva…
Pasaron entre tres o cuatro
horas para llegar a nuestro destino: La Ciudad Maya de Uxmal localizada junto a unas colinas llamadas Puuc, que en
arqueología derivó el nombre al estilo de sus edificaciones, que en Maya quiere
decir “Serranía”, localizada a unos 78 km. al sur de Mérida.
Arribamos y al bajarnos del
automóvil sentimos el abrazo gratificante de aquel entorno donde la naturaleza deleitaba la vista,
purificaba los pulmones y tonificaba el estado de ánimo.
Al ingresar a las
instalaciones con una excelente infraestructura turística avanzamos por sus
pasillos y vimos tiendas, restaurantes, impecables y dignos sanitarios y una
limpieza grata a los ojos de los
nacionales y extranjeros.
Decidimos comer antes de iniciar
el recorrido por la antigua ciudad Maya, nos introdujimos a un restaurante de
bonita decoración y excelente servicio.
Ordenamos los tres lo mismo.
Nos sirvieron una deliciosa bebida de origen Maya muy apreciada en aquella zona
del país llamada Chaya, nombre de la misma hoja de donde se obtiene y que
aporta al cuerpo muchos beneficios. Entre ellos: Mejora la circulación
sanguínea, la digestión, mejora, la visión, desinflama las venas y ayuda al
colesterol. Además ordenamos una sopa de lima y como platillo principal el
famoso Poc Chuc que es un filete de carne de cerdo que es la parte de la pierna
o caña de lomo; lleva pimienta, ajo, naranjas agrias, cebolla asada en
cuadritos, chiltomate y frijol colado, finalmente disfrutamos unos sorbetes de
coco y guanábana y al pedir café descafeinado el mesero nos dijo no conocerlo y
efectivamente en la gran mayoría de los restaurantes que visitamos en nuestro
recorrido no lo tenían y tuvimos que tomar café normal, riquísimo en aquellos
lugares, no tomando ya en la noche y pudiendo dormir bien debido al ejercicio
diario.
Los vendedores en Uxmal no
están en la zona arqueológica sino a la entrada.
Iniciamos nuestro recorrido
para apreciar la magnificencia de la arquitectura Maya y al tener de pronto
frente a uno aquel conjunto de pirámides y edificios prehispánicos, puede uno
pensar: “aquí esta una de las vertientes de mi Ser como Mexicano”, la semilla
original considerando su primacía en el tiempo y el espacio.
Que grato es ese encuentro que
es parte de nuestra identidad y que nos da sentido de pertenencia en este
México que llevamos en la piel y en el corazón.
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