sábado, 24 de octubre de 2009

Educación Blandengue

“LA BRUJULA”

EDUCACION BLANDENGUE

Heberto Peterson Legrand

Recuerdo que durante mi estancia en Mexicali-trece años viví allá-un día recorría una de las calles del fraccionamiento los Pinos en pleno verano, que en aquella ciudad que se trago al sol es terrible, y en el trayecto me encuentro a un viejecito algo jorobado empujando un carrito conteniendo paletas heladas. Sentí tristeza el verlo así y pensé en como hay jóvenes fuertes y que se la pasan pidiendo para “un taco” en lugar de ofrecer sus servicios. Me pare y le compre una paleta dejándole un billete de cien. Desde luego no le estaba resolviendo su problema. El dignificaba al trabajo con su actitud, sin embargo lo deseable era que él ya estuviera descansando a su edad.
En otra ocasión observe a otro viejo abriendo una zanja y ello me invitaba nuevamente a la reflexión:
Esos viejecitos o no tuvieron la oportunidad de estudiar o no quisieron cuando pudieron hacerlo y ello con el tiempo los llevo a su situación actual-amen de las injusticias que hay en la estructura social-donde unos pocos tienen mucho y muchos nada o muy poco.
Los padres de familia debemos reflexionar junto con nuestros hijos para que tomen conciencia de que ellos son privilegiados porque dedican su tiempo a estudiar a educarse y prepararse con ello para su futuro.
Sin embargo, siento que se da una “educación” muy blandengue: no se forma el carácter de los jóvenes y vemos a muchas Mamás buscando información para las tareas que a sus hijos les encargan en las escuelas. Yo viví esa experiencia, hubo Mamás que me hablaron para que les diera información para sus “hijitos”, me daban ganas de mandarlas a volar pues, los estaban perjudicando en lugar de dejar que ellos investigaran: esas madres y padres nutricios como hacen daño, están formando niños y jóvenes incapaces de esforzarse, jóvenes blandengues, débiles, que todo lo quieren hecho.
Hay que erradicar esa “educación blandengue” y enseñarles a que usen su inteligencia para amar y buscar la verdad venga esta de donde venga; que usen su voluntad para que esforzándose alcancen sus objetivos, que les cueste para que valoren; hay que enseñarles a que valoren la libertad y que aprendan a hacer uso de ella: una libertad-responsable que siempre que los invite a optar por algo lo hagan por aquello que los perfeccione como personas, aquello que moralmente sea correcto y los haga madurar y crecer como hombres y mujeres.
Esa educación blandengue o “light” como también le llaman no esta formando personas sino caricaturas seres sin cimientos firmes para enfrentar a la vida, incapaces de convertirse en agentes transformadores de su sociedad; simples piltrafas humanas sin dirección propia y veletas de todos los vientos.
Padres de familia: Nosotros somos los primeros educadores de nuestros hijos y los primeros años son vitales para su formación. Desde un principio vayamos moldeando el carácter de esos niños; ayudémosles a descubrir los valores que cimentaran su personalidad, ellos son nuestra mejor obra.
Maestros: No sólo den la clase y váyanse. Aprovechen éstas para comunicar de palabra y con el ejemplo los valores que deben vivir; sean líderes de sus alumnos, aliméntenlos dedicándoles tiempo, son personas no masas.
Erradiquemos la educación blandengue y haremos otro México.

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